Decisiones Entrelazadas

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Margot se encontraba inmersa en la tranquila tarde de su hogar cuando el sonido del teléfono la sacó de su enajenación. Con pasos vacilantes, se acercó al aparato, con la intuición de que aquella llamada alteraría el curso de su día.

Con una mano temblorosa, levantó el auricular y escuchó atentamente las palabras del abogado de los Lipa, el apellido resonando con un peso inesperado en sus oídos. Dua observaba con atención, leyendo las emociones en el rostro de la actriz, mientras la conversación avanzaba con un rumbo incierto.

Margot: (con tono de sorpresa)
¿Sí? ¿Hola?

La voz del abogado de los Lipa fluía a través del auricular, llevando consigo las noticias que impactarían el futuro de Margot. Sus ojos se ampliaron ligeramente, captando la atención de Dua, quien observaba con inquietud mientras Margot asimilaba la información.

Margot: (con voz cautelosa) Entiendo... sí, lo sé, es solo que... sí, claro, lo agradezco. Estaré en contacto.

Al colgar, Margot se giró hacia Dua, una mirada de confusión y preocupación reflejada en sus ojos.

Dua: (con delicadeza)
¿Qué sucede, amor? Pareces... alterada.

Margot: (frunciendo el ceño)
¿Qué está pasando? ¿Por qué los abogados de tu familia están involucrados en mi divorcio?

Dua tomó un momento para reunir sus pensamientos, consciente de la gravedad de la situación. Sus palabras eran cuidadosas, buscando transmitir comprensión y apoyo.

Dua: (con sinceridad)
Margot, sé que esto puede parecer repentino, pero... queremos ayudarte. Mi familia y yo creemos que es lo mejor para ti, para tu futuro.

La expresión de Margot se oscureció, una mezcla de incredulidad y desconfianza aflorando en su semblante.

Margot: (con voz entrecortada)
Pero, Dua, ¿cómo pudiste...? Esto es una decisión importante, y siento que... que me has dejado de lado. ¿Qué derecho tienes tú, tu familia, de tomar decisiones sobre mi vida?

La tensión en la habitación era palpable, un abismo de incomodidad y desacuerdo separaba a las dos mujeres. Dua se acercó con suavidad, buscando el contacto visual con Margot, anhelando encontrar una conexión en medio del conflicto.

Dua: (con sinceridad)
Lo siento. No fue mi intención... no quería que te sintieras así. Solo quería protegerte, ayudarte a encontrar la felicidad que mereces.

Margot bajó la mirada, luchando con las emociones que amenazaban con abrumarla. La situación era compleja, sus sentimientos tumultuosos y confusos.

Margot: (con voz temblorosa)
Lo entiendo, pero necesito que me des tiempo para procesar esto. Necesito... espacio para tomar mis propias decisiones.

Las palabras de Margot colmaron la habitación, un eco de determinación y vulnerabilidad. Dua asintió con tristeza, aceptando el deseo de Margot, pero con la esperanza de que algún día puedan encontrar la reconciliación y el entendimiento.

A medida que las semanas pasaban, Margot se encontró cada vez más receptiva a la asistencia de los Lipa. A través de conversaciones honestas y compasivas, Dua y su familia le ofrecieron apoyo incondicional, brindándole orientación y consuelo en sus momentos de mayor vulnerabilidad.

Finalmente, después de largas reflexiones y conversaciones sinceras, la actriz llegó a aceptar la intervención de los Lipa en su proceso de divorcio. Reconoció la importancia de contar con un sistema de apoyo sólido y la valiosa perspectiva que Dua y su familia podían ofrecerle en este momento crucial de su vida.

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