Infiltración

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Derek sintió cómo la rabia ardía dentro de él al escuchar a Stiles mencionar a Eli como parte de su pasado mientras caminaban por las bulliciosas calles de Nueva York. La idea de que Stiles hubiera dejado a Eli fuera de su vida le resultó incomprensible. Durante el tiempo sin verlo, intentó justificarlo, pero el abandono era la razón más clara de que Stiles se fuera.

—Eli merecía más que ser solo un recuerdo en tu pasado —dijo Derek, con un tono de reproche que resonó en el aire, la tensión entre ellos palpable en medio de la ciudad que nunca dormía.

Stiles tragó saliva, luchando por encontrar las palabras adecuadas. La verdad, cruda y dolorosa, estaba a punto de emerger.

Finalmente, llegaron al pequeño apartamento en un rincón apartado de Nueva York. La luz tenue del lugar arrojaba sombras danzantes en las paredes, creando un escenario donde las verdades ocultas buscarían su salida. Derek notó que todo en el apartamento parecía impregnado con el aroma de Stiles, como si el lugar mismo fuera un reflejo de su presencia.

—No sé cómo explicarlo —comenzó Stiles, dejando caer su mochila sobre una silla desgastada—. Cuando te dejé, creí que lo hacía por el bien de Eli. Pensé que era la única forma de protegerlo de lo que estaba sucediendo entre nosotros.

—¿Protegerlo de qué? —interrumpió Derek, incapaz de contener su frustración—. ¿De ser amado? ¿De tener un padre presente?

Stiles se giró, los ojos llenos de emociones no expresadas.

—Ok, esto va a ser largo. Ponte cómodo —Stiles suspiró al abrir la puerta, como si la gravedad de la situación descendiera sobre sus hombros. Derek lo observó con ceño fruncido mientras se acomodaba en el sofá. Al entrar, el olor familiar de Stiles lo envolvió, transportándolo a tiempos más simples en Beacon Hills.

—Derek, necesito que entiendas que las cosas han cambiado desde que me fui de Beacon Hills.

—Déjate de rodeos, habla de una vez —la paciencia de Derek estaba llegando a su límite, cada segundo de espera se sentía como un estirón en sus nervios.

—Empezamos por el principio. Formo parte de una rama especial del FBI que lidia con amenazas sobrenaturales, algo más grande de lo que enfrentábamos en casa —dijo Stiles, su voz temblando con una mezcla de nervios y determinación.

Derek estrechó los ojos, tratando de entender la magnitud de sus palabras. El FBI, lo sobrenatural; era un cóctel explosivo que sugería que las sombras que perseguían en Beacon Hills eran solo la punta del iceberg.

—¿El FBI? —Derek preguntó con incredulidad, su tono rudo resonando en el pequeño apartamento.

—Sí, estás hablando con el actual teniente de esa rama —Stiles tomó un sorbo de su café antes de continuar, el vapor ascendiendo entre ellos como una representación del abismo que se abría a sus pies—. Hay una organización en Nueva York que está utilizando lo sobrenatural para sus propios fines. Tráfico de personas, rituales oscuros, todo lo que puedas imaginar. Y necesito tu ayuda para detenerlos.

El estómago de Derek se contrajo al escuchar la magnitud de lo que Stiles estaba describiendo. El tráfico de personas y los rituales oscuros no eran solo fantasías de horror; eran realidades que afectaban vidas, incluidas las de aquellos que él conocía.

—¿Y qué quieres que haga al respecto? ¿Volver a ser el héroe de tu historia? —Derek dejó caer la pregunta con un sarcasmo mordaz, sus ojos fijos en Stiles como si buscaran desentrañar las capas de un antiguo dolor.

STERK VS  MAFIA +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora