ALESSANDRA
—Regan.
—¿Qué quieres? Ya estoy cansada de que me hables de Barbie y Monster High.
—¿Cuántos días llevo aquí?
—Hoy es el cuarto día, pero eres tan insoportable que lo siento como si fuera un mes.
—Ajá, como si tú fueras bueno.
—Hablando de eso, hoy vamos a enviarle algo a tus hermanos.
—También son tus hermanos —le recuerdo y me da una mala mirada.
—Prefiero considerarme hijo único —dice, para salir de la habitación y volver al instante con una tijera—. ¿Te gustan los cambios de look?
—¿Qué estás haciendo? —hablo asustada.
—Voy a cortarte el cabello. ¿A los hombros te parece bien?
Me demoró dos años sanar mi cabello por haberme teñido. Ya demasiado castigo era que me crezca lento y él quería cortármelo.
—¡No! —grito y comienzo a removerme en la silla.
—Si te mueves, te va a quedar chueco...
—¿Por qué no le mandas cabello falso?
—Porque es la única forma que encuentro para que entiendas que debes hacerme caso. Ahora, quédate quieta o te rapo.
Mientras un par de lágrimas caían por mis mejillas, veía cabello caer en el suelo y lo único que pensaba era en cómo saldría a la calle así.
¡Me van a destruir socialmente!
—Ya está...
—A ver, trae un espejo —ordeno mientras dejaba de llorar.
No voy a llorar por esto, el cabello crece. Hubo una época en la que tenías el cabello como una escoba maltratada, Alessandra. Podría ser peor.
Al regresar, me veo al espejo y...
—Dios mío, que bonita que soy —sonrío ante mi reflejo—. ¿En serio soy así de bonita? Oh, se va a romper el espejo de tanta belleza. Es decir, mis ojos hinchados no me favorecen, el cabello no está tan mal, si no fueras secuestrador podrías dedicarte a la peluquería, pero hay algo que está mal aquí —él me mira expectante—. Un flequillo, sí. ¿Sabes cortar flequillo?
—Puedo intentarlo, pero no prometo nada.
—No vayas a cagarla, mírate un tutorial de YouTube.
—¿Qué es la vida sin riesgos? —dice, para tomar un mechón y cortarlo—. No te muevas...
—Con cuidado, ahí no me crece el pelo tan rápido.
Él comenzó a tararear una canción como si estuviera cortando el pelo de una Barbie y no le importara desfigurarla, para que en cuestión de minutos se pare frente a mí y me vea con los ojos entrecerrados, intentando observar con detalle lo que había hecho.
—¿Y?
—Podría haber salido peor... —hago una mueca de disgusto y pone el espejo frente a mí.
—¡Regan! —chillo asombrada—. Te quedó muy bien.
—Ya lo sé —dice sonriente—. Ahora, vamos a mandarle esto a Aegan a ver que opina.
Se desapareció por un largo rato en el que yo me había dispuesto a ver la televisión que había ahí. Estaban dando Pepa Pig y la verdad ese cerdo me estaba haciendo enojar.
—¡DEJA DE DECIR DINOSAURIO!
—¿Qué fue eso? —escuché la voz de un hombre.
—Nada, mi hermana. Está loca.
—¡No estoy loca, Regan! —escucho como cierra la puerta.
¿Por qué no pedí ayuda en vez de pelear? Soy una idiota.
—Susi, no debes regalarle las cosas a ese zorro. ¿Acaso no ves que te estafó? —frunzo el ceño con molestia—. Que tontas son las ovejas...
Todo iba a salir bien, Alessandra. Aegan va a ayudarte, él siempre resuelve las cosas.
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La melliza de Adrik Cash
FanfictionAlessandra Cash es la melliza de adrik Cash, ¿cómo reaccionara ante la llegada de Jude? ¿Qué opinara sobre los sentimientos de sus hermanos hacia ella? ¿Es igual que sus hermanos? Lee esta historia para saber como es su vida.