Capítulo 6

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Estaba aburrida.

¿Qué más divertido podía hacer que molestar a alguien?

La mejor opción era Owen, ya que estaba cansada de ver a mis hermanos y deseaba escapar de ellos... Se vuelven algo insoportables cuando convives con ellos todos los días.

—¡Esa camisa es mía!

—No, Aegan —se la quita Adrik—. ¡Es mía!

—Chicos, es mía —la toma ahora Aleixandre.

—La compré yo para el cumpleaños de Alessandra —dice Aegan enfadado.

—Les puse una marca para saber de quién era —digo y ellos sonríen, pero Aleixandre me ve serio y me muestra la marca de la etiqueta.

Le había puesto una "A".

—¿Es en serio? —masculla frustrado el menor.

—Bueno, que la use el que la necesite más.

—Yo la necesito para un evento.

—Yo debo ir a renovar mi carnet para conducir —menciona mi mellizo.

—Yo tengo una cita —Aleixandre se pone rojo ante la confesión.

—¡Eso es dentro de una hora y media! —reclama Aegan.

—Ganó Aleixandre —finalizo la discusión y salgo por la puerta siendo odiada por mis otros hermanos.

El sitio favorito de Owen era la piscina. Iba allí todos los días.

Cuando a cierta hora todos abandonaban la piscina, él se quedaba a solas nadando y nadie se atrevía a molestarlo. Esta señorita fue a molestarlo, por supuesto.

El área de la piscina de Tagus era inmensa, como si estuviese preparada para unas olimpiadas. Las gradas podían soportar casi mil personas y el techo altísimo dejaba entrar luz solar. Owen me vio caminar por los alrededores de la piscina y esbozó una sonrisa. Luego nadó con una fluida y confiada habilidad hasta el borde y apoyó los brazos mojados en él. Se echó hacia atrás el cabello rubio. Las gotas de agua en su cara hicieron destacar sus ojos, siempre serenos, interesantes.

—Alessandra, un placer verte —saludó sonriente.

—Owen, ¿cómo estás?

—Bien... —suelta un suspiro emocionado—. Tengo chisme.

La palabra mágica, chisme. Automáticamente me saqué los zapatos y me arrojé a la piscina emocionada. Hace tanto tiempo no me contaba chismes... y los suyos son de los buenos.

—Hace un rato vino Jude, ¿sabes que me dijo?

—¿Qué? —pregunto emocionada.

—Vino a decirme que le diga a Aleixandre que el vídeo del beso ya no existe en los perfiles de Instagram que lo estaban difundiendo —abro la boca sorprendida—. Entonces yo le pregunté quién lo borró, ¿sabes que dijo? —niego—. Un amigo, ¿comprendes?

Asiento con la cabeza y me hundo por unos segundos en el agua.

Lander la había ayudado.

—De seguro se lo pidió Artie y por eso lo hizo —menciono saliendo del agua.

Un par de lágrimas amenazaban con salir, pero no iba a permitírmelo. No hasta que no esté sola.

—No digas eso —me da un abrazo—. Luego, le dije que se lo diga ella y me dijo que no. Se iba a ir, pero yo me sentí en deuda con ella y le dije que si podía hacer algo por su buena acción y...

La melliza de Adrik CashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora