Dos almas conectadas en una banca roja

¿Alguien nuevo?

–¡Asher corre! ¡Apúrate! ¡Llegaremos tarde a clases! — Grito Maia corriendo.

–¡Voy lo más rápido que puedo! —Gritó. De repente se prende mi celular y bajó la velocidad para ver.

Whatsapp: Noah; Hola princesa, ¿Cómo amaneciste?

Me llegó una notificación de Noah en los peores momentos pero aún así le contesté para no hacerlo esperar.

Asher: Hola Noah, estoy corriendo porque voy a llegar tarde a clases.

Noah: Uy princesa, ¿Te quedaste dormida?

Asher: Si, luego te hablo Noah.

Terminé de escribir eso y choco con algo, inmediatamente levantó la vista.

–Hola, ¿Te quedaste dormida? —dijo Jasper mirándome hacia abajo.

<<¿Hoy era día de que me hablarán en un mal momento?>>

–Hola Jas, si me quedé dormida voy corriendo ahora con… —Miro a todas partes. —se adelantó, bueno iba con Maia.

–Te ves tierna corriendo, bueno las veces que te he visto, te dejo tranquila para que no llegues aún más tarde, mi artista.

–Igual no me molesta hablar contigo, si tú quieres, corres conmigo.

-Quizá no te moleste pero no quiero que llegues más tarde, nos vemos en la banca, en el recreo.

-Bueno Jas, te veo allá.
Lo miro detenidamente a los ojos cuando veo el brillo que tiene en su hermosa cara quedo hipnotizada, no sé qué me está pasando, pero me quedé quieta al frente del mientras lo miraba.

–¿Estás bien? —preguntó preocupado.

–Si… —Lo seguí mirando. — Ay demonios, llegaré más atrasada, adiós Jas. —Sigo mi rumbo pero lo volteo a ver y él ya me estaba mirando, le sonrió y sigo corriendo.

Subo las escaleras con prisa, sintiendo cómo mi corazón late en mi pecho. El reloj en mi muñeca parece moverse más rápido que nunca. Cada paso es una lucha contra el tiempo. De repente, mi pie se enreda en un escalón suelto y me tambaleo. Mis manos se aferran al pasamanos, pero no puedo evitar el tropiezo. El mundo se ralentiza mientras caigo hacia adelante. Me levanto con urgencia, ignorando el dolor en mi rodilla. El corredor se extiende ante mí, una línea recta hacia la sala de reuniones. Las luces parpadean, como si también estuvieran ansiosas por llegar. Finalmente llegó a la sala y vi al profesor Hermes por casi cerrar la puerta del salón.

–¡Profesor Hermes no me cierre la puerta! —Gritó con desesperación.

–Llego tarde señorita Müller, tiene que asumir las consecuencias.

–Pero profesor Hermes por favor. —De repente veo a Jasper acercarse.

–Ya me dije que no va entrar, se quedará afuera.

–Pero… demonios, solo me tardé unos minutos, que dramático es. —Susurre.

–¿Qué acaba de decir señorita?

–Ah…

–Profesor Hermes. —dijo Jas, tenía el rostro serio. Nunca lo había visto serio.

–Dígame Lennox, ¿Qué sucede? estoy ocupado, ¿No ve?

–El director lo llama.

-Voy, y tú no entrarás. —El profesor Hermes va enseguida.

–Entra rápido Asher, antes que vuelva. —Susurro y me sonrío.