Recuerdo

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Con Camila.

Mientras hacía sus tareas, pensaba seriamente en lo que su santo padre le había dicho.

Flashback.

Camus: te aprecio mucho mi hermosa princesa y por eso e decidido ponerte en sobre aviso de una vez, ya que estas en la edad de tú plena juventud y fue ahí donde tanto tú madre como yo cometimos varios errores - dijo.

Camila: okey me intriga dime, ¿que pasa ahora? - pregunto la menor.

Camus: tienes que tener mucho cuidado y no solo me refiero a los enemigos que mamá, tú, tú hermano o yo nos enfrentemos, si no que también me refiero a los lobos con piel de cordero que hay en tú escuela.

Camila: eh... ¿de que estas hablando ahora? - pregunto.

Camus: me refiero a los tipejos que vengan a querer engatusarte, con el primer piropo que comenzarán es con el típico que linda eres... que si bien es cierto, no tienes porque impresionante de que otro te lo recuerde.

Camila: eso ya lo se, por muy gracioso que suene todos me lo dicen a diario - respondió.

Camus: después con el siguiente intento dirán, que te bajaran el cielo y la tierra que te van a tratar como una reina, una princesa, de que no te van a dejar hacer nada y un montón de cosas más, son mentiras, no se las creas - aseguró.

Camila: jaja, no creo de que hayas utilizado ese método con mamá ¿sabes? - pregunto.

Camus: en primera, jamás diría eso porque pienso que es muy idiota, en segundo, tú mamá fue quien se me lanzó primero, yo no quería nada porque cuando comenzamos todo aun era ilegal nuestra relación - dijo mientras Camila río. Si... su mamá desde pequeños les había contado la historia de amor entre él y su papá.

Camila: a mi me pareció muy romántica su historia papá - respondió mientras el mayor suspiró.

Camus: si, la verdad es bastante extraño como se dio todo. Pero al punto que quiero llegar es que no te dejes endulzar por palabras tan gastadas como esas mi princesa, lo digo por tú bien, no me gustaría saber que pronto seré abuelo y menos de tú parte - dijo mientras la menor río.

Para después de eso ponerse de pie y abrazar a su papá para calmarlo, no era tonta, y tampoco caería tan fácil, más sabiendo que había personas tras sus cabezas.

Camila: tomaré todos tus consejos papá, muchas gracias por preocuparte por mi, te juro que no te defraudare, para cuando te diga que vayas a ser abuelo estaré graduada y casada para que puedas ahorcar al responsable con gusto - le dijo, mientras el mayor únicamente acariciaba suavemente su cabeza.

Camus: esa es mi niña - respondió con bastante orgullo.

Fin del Flashback.

Dejo el lápiz sobre la mesa y se puso a pensar, ¿embarazo? ¿Familia? Jamás se había puesto a pensar en eso realmente, ¿lograría hacer algo así?

Camila: después de todo no tengo la misma facilidad de Aitor para ganarme a la gente - dijo mientras dirigía su vista al lado de la habitación de su mellizo, que había salido, aún desconocía a donde se había ido su hermano, cosa que era rara, siempre le decía que era lo que hacía - ¿será que fue a ver si conseguía novia? - pregunto al aire.

Mientras tanto.

En la sala.

Camus veía de brazos cruzados a su hermana menor, mientras que Milo evitaba verla, aún desconocía porque motivo desde que conocía a la princesa de los Diamond, lo veía de una forma mala, como si le hubiera robado algo, además de su hermano, no recordaba haberle quitado nada más.

Katya: oh... así que los hijos pródigos an aparecido por fin - dijo la rubia sin quitarle la mirada de encima a Milo que incómodo suspiró.

Camus: así es... deberías tomarte el tiempo de conocerlos, realmente son lindos y... jamás me espere que fueran así, estoy bastante impresionado - decía sin saber como reflejar bien aquella felicidad y orgullo que sentía de su familia.

Katya: ¿enserió? Y dime algo. ¿Ya te hiciste la prueba de paternidad? - pregunto.

Camus: Oye...

Milo: ¿Perdona? - preguntó ofendido mientras por fin la vio a los ojos.

Katya: después de todo... no lo viste por años y cuando lo hiciste estaba en un hospital, de golpe te enteraste por su mánager que el tenía dos mellizos que no sabes si realmente son tus hijos, nada te asegura que cuando se fue o después de eso o incluso antes el estuviera con alguien y haya aprovechado para que alguien les diera su apellido para no ser unos bastardos ¿no? - pregunto.

Camus: ¿de donde sacas eso Katya? - pregunto confundido, para después ver a Milo ponerse de pie.

Milo: durante toda mi vida aguante insultos, acosadores, asesinos, paparazzis y gente estúpida como tú niña, que se escondían detrás de una pantalla, mientras le ponían y le quitaban cosas malas a mi vida y la verdad me da exactamente igual, pero que pongan en duda al padre de mis hijos no lo voy a permitir, así que si no te gusta te puedes ir largando de mi casa - le exigió molestó.

Camus: vamos no hay necesidad de que se peleen - pidió preocupado al ver que su hermana también se había puesto de pie.

Katya: ¿no te gustó lo que dije? Te recuerdo que al hombre que le estás metiendo el paquete es mi hermano y conozco muy bien a los de tú clase y se que el estúpido cuando se enamora no razona.

Camus: ¿hay necesidad de ofenderme por sus peleas? - pregunto cansado. Para después ver a su madre aparecer.

Krest: ya basta Katya, no hay necesidad de molestar a Milo por suposiciones tontas - pidió el hombrecito mientras se sentaba al lado de su hijo.

Katya: perdón si ofendo al señorito perfecto, pero ya e visto a mi hermano sufrir bastante por personas que ni siquiera se lo merecían, solo busco que no vuelva a pasar - respondió sin dejar de ver a Milo.

Milo: ¿enserió me crees capaz de eso? Ve a ver a esos niños ahora mismo y me dirás si sigues dudando que tú hermano tenga la puntería necesaria para acertar los dos goles en un juego, no lo creas tan santo que si no lo a vuelto a hacer es porque no me e dejado - le aseguro mientras Camus se puso más rojo que un tomate.

Continuará...

Una canción de amor segunda temporada (la venganza) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora