KNEEL | TOM RIDDLE ✓

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CONVERSACIONES NO DESEADAS

Después de un par de horas, Seraphina seguía buscando a Tom, pero no podía encontrarlo por ningún lado. Cuando llegó la hora de cenar en el Gran Comedor, vio a todo el grupo de sus seguidores y, aun así, no lo encontraba por ningún lado.

Se sentó en la mesa de Slytherin con sus amigos y ellos le dieron sonrisas burlonas cuando la vieron.

—Aquí viene la reina. Cuidado con lo que dicen.—Mulciber dijo con su típica sonrisa.

Todos se rieron y Seraphina simplemente puso los ojos en blanco.—¿Cómo están, mis compañeros serpientes?.

Nott pasó su brazo por sus hombros suavemente, acercándola a él.—Estamos geniales, como siempre. Pero extrañamos a nuestra chica.

—Sí, es bueno tener una chica en el grupo.—Dijo Avery mientras comía y Seraphina se alegró de verlo lucir mejor y menos preocupado.

—¿Qué pasa con Davina?.—Ella inclinó la cabeza hacia un lado con una sonrisa de complicidad.

Abraxas besó su mejilla.—Eres nuestra favorita, incluso si insistes en pasar tiempo con sangre sucia y gente de mala vida.

—Y no me olvidé de lo que me hiciste, Vevrain.—Lestrange la señaló con el dedo.

Seraphina mostró su mejor cara inocente.—No tengo idea de lo que estás hablando, Gideon.

—¿Hacerme salir con una sangre sucia?.—Todo el grupo se río ante su cara de molestia.—¡No es gracioso! ¡Fue la peor cita de mi vida!.

—Ahora, no seas así, cariño. Para tu información, Layla es realmente agradable y divertida.—dijo llevándose la cuchara a la boca mientras Lestrange ponía los ojos en blanco.

—Ella tampoco es mala en Quidditch.—Nott añadió, apartando su brazo de Seraphina.—Aunque es un poco agresiva.

Seraphina hizo una pequeña sonrisa, no teniendo dificultad para creer su afirmación. De hecho, Layla era extremadamente fuerte y capaz de derrotar a quien quisiera. Y a veces deseaba poder parecerse más a ella en ese aspecto.

En realidad, Seraphina nunca fue una de esas brujas débiles e inocentes, las despreciaba honestamente. Pero nadie la describió nunca como fuerte o decidida, la gente sólo decía que era terca. Y ella nunca podría entender eso. ¿Cuál es la diferencia entre terquedad y determinación?.

Lo más extraño fue que Tom fue la persona que más la felicitó. Él siempre insistía en que ella era capaz de hacer lo que quisiera y siempre estaba tratando de superar sus límites para que pudiera tener mejores calificaciones y desarrollar hechizos más fuertes. E incluso cuando a veces su objetivo era intentar ser tan buena o incluso mejor que él, él la animaba, sin decirle nunca que se rindiera. Quería que ella fuera genial, como él.

A pesar de sus esfuerzos, su familia nunca reconoció realmente su esfuerzo, ya que ella siempre estaba junto al estudiante más brillante de Hogwarts, Tom Riddle. Pero en realidad no podía culparlo. Después de todo, trabajó muy duro para ser el mejor estudiante. Por eso, aunque a veces fuera grosero con ella, ella lo admiraba.

Al mirar su plato casi vacío, se preguntó por qué casi todos los temas de conversación que tenía con otras personas conducían a Tom. Era como si no importara lo que estuviera pasando, ella siempre estaría pensando en él al mismo tiempo. ¿Le pasó lo mismo a él? Probablemente no.

Sus pensamientos la distrajeron de la conversación a su alrededor, pero aparentemente no se perdió nada.

—Vamos, hombre. En serio, cada año traes una bruja diferente a la fiesta de Navidad.—Abraxas dijo sacudiendo la cabeza mientras miraba a Mulciber.—Un día tu madre terminará con esto por ti. Ella va a obligarte a casarte con alguien.