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ELLA NO ES UN ÁNGEL

—Llega tarde, George.—se quejó Seraphina mientras movía su caballo en el tablero de ajedrez.—se supone que volveríamos a ser amigas, por culpa de Leo y si ella no quiere hacer eso por su amigo, entonces yo tampoco lo haré. No estoy segura de si debería sacrificar mi precioso tiempo.

George miró el tablero con ojos curiosos.—¿Sacrificar tu tiempo? ¿No te estás divirtiendo conmigo mientras esperamos a Layla esta hermosa mañana?.—Fingió estar ofendido.

—Por supuesto que sí, amor, siempre disfruto el tiempo que paso contigo.—dijo con una dulce sonrisa.—pero necesito estudiar y honestamente debería estar haciéndolo ahora mismo.—admitió Seraphina.

—¿Por qué estudias tanto?.

Ella se encogió de hombros y miró hacia la puerta del Gran Comedor.—Quiero ser la mejor.

—Pero Riddle lo es, ¿no?.—George cuestionó con una sonrisa burlona y Seraphina levantó su dedo medio hacia él.—¿Cuál es el trato entre ustedes dos, de todos modos?.

Seraphina frunció el ceño.—¿Qué quieres decir? Somos muy buenos amigos.

—Los vi a los dos hablando anoche durante la cena y parecían bastante cercanos, más de lo habitual.—comentó.—Eso comprobé.—presentó su victoria.

—¡Eso es injusto, me distrajiste!.—Dijo, mirando el tablero y dándose cuenta de que no había nada que pudiera hacer.—Y estamos más cerca como antes. Nada cambió.

—¿Pero te gusta? Puedes decírmelo, sabes que no se lo diré a nadie, ni siquiera a Leo.—prometió, moviendo su pieza y completando el juego.

El juego finalmente terminó y Seraphina reconoció lo brillante que era George cuando se trataba de jugar al ajedrez.—Eres genial en el ajedrez. ¿Alguna vez has considerado comenzar una carrera?.

George Weasley puso los ojos en blanco.—No creas ni por un segundo que evitarás mi pregunta.—dijo apuntándola con el dedo.

Seraphina pensó en su pregunta y se dio cuenta de que ella misma no sabía la respuesta. Girando un anillo en su dedo, se encogió de hombros.

—Tom es la persona más cercana que tengo a mí y es el que más me entiende, ¿sabes? Sin él, no sé qué haría. Él puede hacerlo. Aunque no lo sé.

—Creo que lo amas.—dijo.

Ella se congeló y lo miró con los ojos muy abiertos.—No, no lo sé. ¿Por qué dices eso?.

Justo cuando George estaba a punto de responder, fueron interrumpidos nada menos que por Layla Alden. Se sentó al lado de George y miró a Seraphina.—Weasley, Vevrain.

—Llegas tarde.—señaló Seraphina, entrecerrando los ojos.

—Es nuestro período libre, como si tuvieras algo más que hacer.—puso los ojos en blanco.—De todos modos, ¿por qué hacemos esto cuando Leo ni siquiera está aquí?.

—Sabía que preguntarías eso.—George cerró el tablero de ajedrez y miró a las dos chicas.—Porque sabía que la primera vez que se volvieran a ver solas estarían peleando y Leo seguramente no quiere presenciar eso.

—Genial.—Layla hizo una sonrisa sarcástica.—¿Qué se supone que debemos hacer?.

—Se harán preguntas la una a la otra y tendrán que ser honestas al responder. Yo seré el juez y sé cuándo están mintiendo.

—Apuesto a que sí.—Seraphina levantó las cejas y colocó los codos sobre la mesa.

—Ella es una serpiente, Weasley. Nunca puedes confiar en sus palabras, es una mentirosa por naturaleza.

KNEEL | TOM RIDDLE ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora