KNEEL | TOM RIDDLE ✓

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DOLOHOV

Tom miró a la bruja dormida que yacía con la cabeza en su regazo y frunció el ceño. Después de lo ocurrido el día anterior no podía dormir. No descansó ni una sola hora en toda la noche y ahora que estaban en el tren tampoco podía dormir. Su cabeza estaba llena de pensamientos de dudas y nuevos miedos. ¿Se estaba encariñando demasiado con Seraphina Vevrain? Sabía que ella era lo más importante en su vida, pero ¿qué tan peligroso era eso? ¿Y si algo le pasara a ella? ¿Qué se suponía que debía hacer?.

Todas esas preguntas lo hicieron temeroso y enojado consigo mismo, por ser tan débil y patético con ella. En realidad, una parte de él quería deshacerse de ella, para no pensar tanto en ella y distraerse tan fácilmente. El problema era lo que quería la otra parte de él. Deseaba tenerla a su lado todo el tiempo, más que una aliada, la quería como su verdadera compañera, su otra mitad. Desafortunadamente, esa parecía ser su parte dominante, porque no podía verse gobernando un mundo sin Seraphina Dolohov Vevrain.

Sin rastro de vergüenza, Tom miró su capa azul claro en el suelo y vio un pequeño sobre saliendo levemente de su bolsillo. Sabía lo que era y sabía que Seraphina se lo estaba ocultando. Un error, un error terrible, porque si había algo que Tom odiaba eran las mentiras, especialmente de una boca bonita como la de Seraphina. Sin arrepentimiento, sus manos alcanzaron lentamente el sobre, sin despertarla.

Cuando sus dedos finalmente tocaron el papel y pudo ver a quién pertenecía la carta, parecía haber una nueva ira formándose en su pecho. Leo Greengrass. El chico simplemente no desapareció, Tom debería haber ordenado al basilisco que lo matara. Mejor aún, debería haberlo hecho él mismo, qué maravilloso sería ver la vida abandonar su cuerpo para siempre. Un gran placer en verdad.

Sin hacer ruido, abrió el sobre lentamente para revelar una carta escrita a mano. Greengrass ni siquiera tenía una caligrafía elegante. Aparentemente era completamente inútil. Y así comenzó a leer la carta con el ceño fruncido, tratando de controlar su ira para no despertarla.

"Querida Seraphina:

Este es un adiós para ti y para mi antiguo yo. Durante meses, desde el día en que George nos presentó, he estado más confundido que nunca en toda mi vida. Antes de conocerte, solía ​​vivir una vida sencilla, era feliz. Pero luego todo cambió cuando empezamos a hablar, por innumerables razones. Tú me hechizaste y me hiciste ver el mundo de otra manera. Te vi como alguien divino y superior, pensé.

Eras diferente a todas los demás, eras especial. Por eso, siempre me preguntaba si había algo mal en mí que no te permitía amarme como yo te amo. Entiendo que debes estar sufriendo en este momento, porque no estás acostumbrada a escuchar a la gente criticarte, pero lo hago por tu propio bien. ¿Y por qué? El otro día después de que Dippet anunciara ese desafortunado accidente con Myrtle, no pareció importarte.

Tus ojos brillaban mientras mirabas a Riddle, casi como si nada hubiera pasado, no estabas molesta, ni siquiera te importaba que alguien inocente muriera. Eso me hizo pensar y finalmente llegué a la conclusión de que no me pasaba nada.

Tú eres la que está podrida, tú eres quien me hizo pensar que era una mala persona simplemente porque era diferente a ti. Honestamente, realmente creo que algo anda mal contigo, probablemente debido a la educación incorrecta que recibiste mientras crecías o a la compañía que mantienes. Sin embargo, aún puedes cambiar para mejor.

Depende de ti y escribo esto principalmente para decirte que estás en el camino equivocado. Eres tan inteligente y ambiciosa, ¿alguna vez te has detenido a pensar en las cosas maravillosas que podrías hacer si quisieras ser amable?.