En el viñedo del amanecer
Tn: Fiú, sí que eres de dinero.
Diluc: Eso es lo que menos me importa ahora, solo mantener el legado de mi padre.
Venti: Ese mago Cryo sin duda era un mago del abismo.
Diluc: La Orden del Abismo, enemigos de la raza humana. Incluso las redes clandestinas rara vez encuentran información sobre ellos. Dicho esto, fue un poco complicado, pero logré desenterrar algunas pistas.
Venti: ¿En serio? ¿Así de rápido? Realmente está bien conectado, Maestro Diluc.
Paimon: ¿Por qué le dicen maestro si es mujer?
Venti: Supongo que es por el respeto que le tienen.
Tn: Por ahora sabemos que el Abismo le sirve a una princesa, Nicte.
Jean: Entonces, Dios Anemo Barbatos, ¿exactamente por qué necesita la ayuda de simples humanos...?
Venti: ¿Eh? ¿Ya lo sabías?
Jean: Teníamos nuestras dudas. Ganar tantos años el premio del bardo más conocido y no mostrar pruebas de envejecimiento. Eso, y Eula me lo dijo.
Venti: Ah, ¿cómo digo?
Diluc: Así que eras un dios. Ahora sí podrás pagarme lo que me debes.
Venti: Soy el dios del viento, no el dios del dinero. Ese es Morax. Y respondiendo a su pregunta, Maestra Jean, los Siete, como la gente los conoce ahora, alguna vez fueron conocidos como "Los siete arcontes". Cada arconte preside su propia parte de Teyvat. Ese es el papel que juegan los arcontes. Solo al cumplir con este deber podemos alcanzar el poder. Pero no me gusta la idea de gobernar Mondstadt, y tampoco creo que a Mondstadt le guste mucho. La diferencia es que, de los demás arcontes, solo Morax y yo seguimos vivos tras la guerra.
Tn: ¿De qué guerra estás hablando?
Venti: Hace miles de años, varios dioses pelearon entre sí, entre ellos los arcontes. Para el final de la guerra, solo yo y Morax sobrevivimos a la catástrofe. Eso es lo que nos diferencia de los demás arcontes. Mientras que nosotros permanecemos en este plano con nuestros cuerpos, aquellos muertos tienen sed de venganza. Por eso eligieron a un portador digno al cual traspasaron su poder, el cual se vuelve un nuevo arconte hasta que este muera y se elija a otro. Es un ciclo de muerte y reencarnación sin límites. Es posible que algunos permanezcan en paz, mientras que otros...
-Por la mente de Venti pasa la imagen de una isla rodeada por una tormenta eléctrica-
Venti: Prefieren la dominación.
-Por la mente de Venti pasa la imagen de un palacio rodeado por una tormenta ventisca-