En la Casa Dorada
-El equipo ingresa dentro de la Casa Dorada donde había montañas y montañas de mora, y el cuerpo de Rex Lapis descansa frente a ellos.-
Tn: Así que esta es la reserva de mora de Liyue.
Paimon: ¡Wow! ¿Esta es la Casa Dorada? Parecía lo suficientemente impresionante desde el exterior, pero ¿quién hubiera dicho que era aún más elegante por dentro y tan llena de mora?
-Paimon y Rosaria comienzan a llenarse los bolsillos con la mora del lugar.-
Amber: No deberían hacer eso, ¿verdad, Tn-kun?
-Tn era el que más mora se estaba guardando en su dimensión de bolsillo Darkus usando a Chomusuke para cavar.-
Tn: Mueve esas patitas, Chomusuke, nos haremos ricos.
Chomusuke: Nya, nya, nya...
Paimon: ¿Aquí es donde se acuña todo el mora de Teyvat, verdad? En ese caso, tal vez no se den cuenta si algunos mora desaparecen...
Eula: Ejem.
Tn: Ah sí, el cuerpo de Rex Lapis.
-Al acercarse, observan a unos guardias inconscientes en el lugar.-
Tn: Alguien ya estuvo aquí...
-Rápidamente, Tn se gira para atacar a Iris antes de los ataques, pero esta ya se encontraba fuera de combate.-
Tn: Gracias, Eula.
Eula: Yo no hice nada.
???: Ya cumplieron con su tarea como guías, entonces, ¿por qué aún se demoran aquí? ¿No has visto suficientes problemas por hoy?
-Cierta Fatui de cabello naranja sale de entre las sombras.-
Tn: Así que atacaste a tu propio aliado.
Childe: A diferencia de Signora, no me gusta que las molestias intervengan en una pelea. Así te será más fácil pelear sin limitaciones, ¿cierto?
Tn: Bueno, debo darte las gracias supongo. Eso me hará más fácil partirte la cara.
Childe: Orgulloso y decidido, justo como me gustan. Si fueran de los Fatui, imagino que tendrías derecho a una generosa recompensa de parte de la misma Tsaritsa, pero ahora, no son más que escoria y estás en mi camino. Con el más debido respeto.