-El grupo se encontraba de camino al siguiente país, por lo que tuvieron que cruzar varias montañas para llegar.-
Amber: Ufff, es la primera en llegar a la cima. Vamos, chicos, no es tan difícil.
Tn: Dilo para ti, tú no tienes que cargar a la señorita atención.
Bárbara: Para empezar, no te lo pedí que lo hicieras. Además, no tengo la culpa de que Noelle se cansara a medio camino.
-Tn se encontraba cargando en su espalda a Noelle, quien a su vez cargaba en su espalda a Bárbara.-
Rosaria: Cómo se me apetece una copa para recuperar energías.
Tn: Aún es temprano para beber, es malo para tu salud.
Rosaria: Nunca es muy temprano para beber.
-Al llegar a la cima de la montaña, pueden observar el paisaje de la ciudad de Liyue, la cual tiene un estilo oriental notable.-
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Amber: ¿No es hermoso?
Eula: Es muy hermoso.
Bárbara: Es tan oriental.
Tn: Si bueno... ¿Cómo bajaremos de aquí?
Amber: Como lo hacemos siempre, volando a donde nos guíen los vientos de la libertad.
Tn: Noelle, despierta, ya vamos a planear.
Noelle abre sus ojos dándose cuenta de dónde estaban.
Noelle: ¿Eh? ¿Cómo llegamos tan alto?
Tn: Bárbara, dale agua para que se limpie la cara. No queremos que se estrelle con alguna montaña y la destruya en el proceso.
Noelle: Por favor, no desconfíes de mí, Tn-sama. -En eso le salpica un chorro de agua creado por la magia de Bárbara. - Gracias... -Dice fastidiada por el chorro imprevisto.
Amber: Bien, todos en formación, saltaremos en este orden. Primero...
Tn: El último se la come. -Tn salta de la montaña primero.
Amber: ¿Eh?
Eula: Ya lo oíste, Amber. Saltemos últimas.
Amber: ¿Por qué?
Eula: A veces eres un poco inocente, la verdad.
-Rosaria es la siguiente en saltar, seguida de Bárbara, Noelle, Amber y Eula, aterrizando cerca del puerto de Liyue, el cual parece estar medio vacío.-
Eula: Qué extraño, no hay mucha gente.
Tn: Ese bardo me comentó algo sobre un ritual del descenso, donde el Arconte Geo bajará para hacer una predicción divina o algo por el estilo.
Paimon: En dicho caso, nos será más fácil hablar con él. Vamos, solo tenemos que seguir a la gente del puerto.
