CADENAS INQUEBRANTABLES

Capítulo XXI

======= Lily

Gimo de forma involuntaria al sentir su contacto. Pero él no se detiene. Continua recorriendo mi cuello dejando suaves besos por su recorrido hasta que llega a la base en donde me besa con mayor intensidad y presiona un poco con los dientes.

— Detente … Henckry… — Digo intentando formular las palabras, porque la corriente que siento viajar por todo mi cuerpo me comienza a volver loca y no me deja pensar con claridad.

Él se detiene y acerca su rostro al mío.

— No vuelvas a desaparecer así… te lo advierto. —  su tono es un poco intimidante.

— ¿Por qué? — digo más por pura duda, pero mi tono sale desafiante.

— No quiero matar de forma innecesaria. — de nuevo el tono neutro.

— ¿Qué? — digo con sorpresa y nervios, por lo que intento empujarlo para apartarlo de mí, pero fallo en el intento.

Él me toma de las muñecas con una sola mano y me las posiciona por encima de la cabeza, mientras que su cuerpo presiona mi cuerpo y con la otra mano sujeta mi rostro. Y es que logro mirar sus ojos, son color caoba…

He visto antes éste tono en él, pero ¿Cuando?

— Eres mía — dice en un gruñido y me besa intensamente. — Mataré a quien oce en mirarte o tocarte, que no sea yo.

Dice lo último y me vuelve a besar, mientras su mano viaja al borde de mi suéter. Intento soltarme, pero no puedo, mi cuerpo no hace más que ceder a él, a su contacto y a todo lo que ocasiona.

Continua besando mi cuello, libera mis manos ubicandolas en su cuello; toma mi suéter y antes de darme cuenta ya me lo está sacando. Reacciono a su efecto, y es que estiro mis brazos para mantenerlo alejado, él apoya su pecho en mis manos y me mira inclinando su cabeza a un lado.

Mi respiración es un desastre, pero intento tomar una bocanada de aire y hablo.

— ¿Que haces? Detente. — mi tono es firme.

Él arquea una ceja y me mira , con una mirada maliciosa.

Me toma de los brazos y me hala hacia él, ubicando mis brazos alrededor de su cuello, y me toma por los muslos y me eleva posicionando mis piernas alrededor de su cintura.

— Nooooo… ¡Henckry, No!. — grito al mismo tiempo que me abrazo a él, y le repito al oído — Henckry, detente. Por favor, por favor. — y me quedo abrazándolo fuerte.

Él me devuelve el abrazo, y lo escucho soltar una bocanada de aire, para luego hundir su rostro en mi cuello. Mis pies continúan en el aire, pero estoy sostenida en él por su abrazo.
Siento que el peligro pasó, porque me vuelvo a sentir segura y protegida por él…

— Lo siento. — me dice y su tono vuelve a ser el tono natural. — Perdóname.

Me distancio un poco para mirarlo, sus ojos vuelven a ser grises.

— Te perdono — le digo, y le dejo un suave beso, que él me corresponde de la misma manera.

Me deja en el suelo, y une su frente a la mía.

— De verdad, lo siento. Me deje llevar. — noto el arrepentimiento en su voz.

Paso mi mano por su cabello y desciendo suavemente por su mandíbula y poso mi mano en su mejilla. El rosa nuestras narices y toma distancia para luego salir de la cabaña.