05. encuentro en el gym

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El lunes Pond se despertó temprano para ir a la reunión con la compañía con la que ganaron el contrato. En una ancha mesa de reuniones hablaron y decidieron el futuro de la banda junto a Enrique Pintos, el representante de la compañía, sus asistentes y otros ejecutivos.

Antes de firmar un contrato de ocho años con la disquera debían componer una canción original para lanzarla como su debut. Y allí es cuando pueden empezar a pensar en giras, mercancía y más cosas que Tay estaba ansioso por conseguir.

—Vamos niños, tenemos una semana para presentar la nueva idea, todo lo que tengan será bueno —habla Tay con su anteojos de descanso, un lápiz y cuaderno en mano mientras están sentados en la mesa de madera en la sala de ensayos.

Joong demasiado ocupado acostado en el pecho de Dunk, Jan muerde sus labios mirando intensamente la hoja en blanco. Tay se despide luego de unos minutos y quedan los cuatro con la tarea.

—Tengo una cita con Fourth, ¡si tengo algo nuevo lo escribo! —avisa Gem corriendo por la puerta.

Dunk se ríe viendo a Gemini correr con una enorme sonrisa en sus labios.

—¿Sabes qué le di consejos para coquetear? Parece que funcionó —comenta con orgullo, Joong acerca su rostro al de su novio.

—Tus trucos funcionan siempre.

Dunk se ríe fuerte, tomando los cachetes de Joong y besando muchas veces su mejilla que se enrojece cada vez más.

—Creo que sería mejor salir y despejar nuestras cabezas —opina Pond, Jan asiente rápidamente y comenta salir a trotar.

Mientras más rápido puedan escapar de estos dos enamorados, mejor.

En el camino hacia su casa, Pond decide ir al gym. El lugar dónde puede dejar de pensar y relajarse, sí, se relaja levantar pesas de 15kg. Entonces llega a su casa, se cambia de ropa y lleva su bolso con agua y un conjunto de repuesto para cambiarse.

El gimnasio, un edificio de dos pisos, ancho y lujoso, con varias actividades y clases grupales, era definitivamente el lugar favorito de Pond.

—Buen día —saluda a la recepcionista cuando pasa su tarjeta de membresía, pasa por la puerta automática y se dirige a los puestos de mancuernas.

Con sus audífonos encendidos y un par de mancuernas de 5kg a sus lados, Naravit toma una respiración y comienza su rutina de precalentamiento antes de empezar su entrenamiento de hombros.

Pond mira fijamente a su reflejo en el espejo, inconsciente de su alrededor, hasta que siente un suave toque en su brazo y mira de reojo a una chica bajita que le habla.

—¿Disculpa? —se quita sus auriculares y presta atención a la chica sonrosada.

—¿Me puedo sacar una foto contigo? —pregunta levantando su celular —Oí su canción en el club ¡Soy su fan!

Por un momento, Pond no comprende, ingenuo y confundido, hasta una pequeña chispa de emoción se apodera de él cuando capta la intención de la chica. El sentimiento de ser reconocido por su música. Que bien se sentía.

—¡Claro que sí! —accede y se saca dos fotos con la chica, quién le agradece amablemente y se aleja tímida.

Pond sonríe para sus adentros. Sin saber que en sus labios se formaba la misma felicidad, pasa su mano por el cabello espeso y se mira en el enorme espejo.

—¿Eres famoso ya? —una voz lo sorprende, cuando voltea puede ver a Phuwin parado a una distancia considerable vestido en un conjunto deportivo azul.

—Hey —saluda Naravit —. Es lo que conlleva ser el bajista de Ekilam —dice con un tono altanero.

Phuwin sonríe haciendo un gesto tierno.

—Oho, ¿entonces también debería pedir una foto con el bajista de Ekilam? —bromea Phuwin con una sonrisa divertida.

Aunque su actitud se vea relajada, Pond puede notar rápidamente que sus manos no se quedan quietas, apretando su ropa o jugando con sus dedos nerviosamente.

—No hace falta —responde Naravit después de unos segundos. ¿Qué debería hacer? ¿Ser amable? ¿Hablarle seco? Bueno, si quiere tener de vuelta su anillo debía ser amable —. ¿Vienes seguido aquí?

Phuwin se ve sorprendido por el repentino interés, muerde sus labios y mira hacia otro lado desviando la mirada de Pond.

—No realmente. Me gusta venir, a veces —explica Phuwin nervioso —. Por cierto, felicidades por el contrato, se lo merecen. El concierto fue genial.

Una sonrisa ligera se dibuja en los labios regordetes de Pond, asiente y lo mira por unos segundos. ¿Era Phuwin Tangsakyuen fan de Ekilam? De alguna manera eso lo emocionó un poquito más.

—¿Quieres ver el ensayo? —suelta — Tenemos uno mañana a la tarde, puedes venir.

—¿No es privado? New me advirtió aquella vez —cuenta en un tono suave. Recuerda cuando New lo regañó como si fuera un niño pequeño.

—Para nada, nuestros amigos pueden venir —contesta Naravit simplemente. Aunque no sean cercanos, su grupo de amigos era el mismo.

Los ojos de Phuwin parpadean muchas veces mientras que un sonrojo se apodera de él. Pond lo mira confundido ¿le sucede algo? Puede ser un golpe de calor, la temperatura subió progresivamente desde la mañana.

—¿Estás bien? —se acerca rápidamente, tomándolo por los hombros para mirar bien su rostro —sientate, toma agua.

Phuwin baja su rostro y se deja sentar en la colchoneta, Pond le pasa su botella de agua, Phuwin acepta la botella con nervios.

—Estoy bien, estoy bien —repite tomando un sorbo, sus mejillas cada vez más coloradas.

Pond toma sus cachetes y frunce su ceño.
—Pero estás...

—No es nada, ya me voy —Phuwin niega despacito parándose de un salto. Antes de que se aleje más, siente una suave mano tomándolo para detenerlo.

—¿Te veo mañana? —pregunta Pond.

No es que tenga una urgencia por ser amigos pero ciertamente quería de vuelta su anillo lo más pronto posible.

—Sí —dice rápidamente y se aleja a pasos torpes.

Pond lo ve alejarse hasta que entra al baño de hombres, frunce su ceño pero se dice que no fue nada. Retoma sus actividades físicas y se pone de vuelta sus auriculares.

Phuwin se mira en el espejo, junta un poco de agua en sus manos y palmea su rostro enrojecido, pensando seriamente ¿Que estaba pensando? Hablar con su crush siempre fue demasiado... demasiado.

—¿Que te pasa? —Winny pregunta saliendo del cubículo, secándose el rostro con la toalla al hombro. Lo había dejado allí, para salir a buscar una toalla limpia, pero se distrajo después de ver a Naravit.

—Pond está en el sector de pesas —dice como un secreto.

—Oh, wow —suelta una sorpresa sarcástica —¿Y? ¿Le hablaste y le pediste una cita?

Phuwin le da una mirada fulminante. Winny se ríe y se lava sus manos, por supuesto que Winny se burlaría de su cero valentía para hablarle a su crush. Jamás pudo pasar una sola prueba que Winny le daba.

—Me invitó a su ensayo —cuenta Phuwin en tono de conversación, aún sorprendido.

—¿¡Qué!? —grita Winny, volteando a verlo a la velocidad de la luz —¿Y que le dijiste?

—Que sí —responde con seguridad, como si no le hubiera subido el corazón al momento de responderle a Pond.

—¡Muy bien, estás progresando! —palmea el hombro de Phuwin con orgullo.

Saliendo del baño, ambos siguen con su clase de zumba al cuál Winny los anotó. La profesora era superlinda, palabras de su amigo, entonces lo obligó a venir juntos. Phuwin se quiso negar, pero realmente disfrutaba ver a su amigo pasar vergüenza.

yours ⁞ pondphuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora