Raiha se encontraba en compañía de Yotsuba, Itsuki y Mutsumi. Llevaban un rato mirando por los alrededores y no habían sido capaces de encontrar a Fuutaro ni a las hermanas faltantes.
La niña miraba al cielo, donde la cantidad de fuegos artificiales lanzados iba disminuyendo gradualmente. Empezó a preocuparse.
–Yotsuba-san, los fuegos están próximos a terminar –le dijo a la hermana que tenía más cerca.
–No te preocupes –la hermana del lazo en la cabeza la tranquilizó con una sonrisa–. Las seis tenemos diferentes gustos en ropa o colores, pero al final siempre sentimos lo mismo. Es por eso que sé que veremos los fuegos artificiales juntas.
Raiha sonrió. Pese a que apenas acababa de conocerla, le gustaba estar en compañía de Yotsuba. Siempre encaraba las dificultades con una sonrisa.
–Avisé a Nino, pero los demás siguen sin aparecer –anunció Mutsumi–. Ella tampoco ha conseguido contactar con ellos.
–No podemos rendirnos –dijo Itsuki–. Voy a llamar a Miku, a ver si la localizo.
–Yo haré lo mismo con Ichika –dijo Mutsumi.
Ambas hermanas estaban preocupadas. Pero confiaban en que todas pudieran volver a reunirse antes que se acabara el tiempo.
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Fuutaro no salía de su asombro.
–¿Ichika es una actriz? –preguntó.
Pero el hombre del bigote no prestó atención a su requerimiento. En su lugar, se volvió y empezó a alejarse junto con la (verdadera) hermana mayor.
–Vámonos, Ichika. Tenemos que ir a trabajar.
–¡Esperad! –exigió Fuutaro.
El tipo se detuvo.
–No podemos esperar –argumentó mientras se volvía para mirarle–. Lamento haberme equivocado de persona. Pero Ichika tiene que presentarse a un casting muy importante esta noche.
Fuutaro se sorprendió por aquello. Pero necesitaba aclaraciones. Encaró a aquel hombre.
–Ya, y resulta que le ha salido así de repente, ¿no? Pues resulta que ya teníamos otros planes.
Pero el tipo tampoco pareció ceder. Se volvió hacia la pelirrosa.
–Ichika... –dijo–. ¿No te importa perderte los fuegos artificiales?
La chica seguía dándole la espalda al tutor.
–Id a verlos sin mí –dijo volviendo ligeramente la cara a Fuutaro y exhibiendo una sonrisa–. Saluda a las demás de mi parte.
Fuutaro vio esa cara. Adoptó una expresión de seriedad.
–Tenemos que darnos prisa, Ichika –dijo el hombre–. El sitio está cerca, si vamos en mi coche llegaremos a tiempo.
Ambos comenzaron a alejarse. Fuutaro se irritó.
–Pero será...
–Fuutaro –le dijo Miku.
Se volvió para mirarla. Esto le hizo relajar el gesto.
–Mi pie me sigue molestando. No puedo correr más. Ve por ella.
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Las Sextillizas (Roku-Tōbun no Hanayome)
Fiksi PenggemarFuutaro es un estudiante sobresaliente pero insociable. Hasta que un repentino trabajo como tutor hace que su vida se altere completamente. Ahora debe ayudar a unas peculiares estudiantes con problemas de aprendizaje para evitar que repitan curso. ¿...