°•.¹²³ ᴅɪᴀꜱ ᴘᴀʀᴀ ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀʀᴛᴇ°•. "ʀᴏɴɴʏ"

•13•

.•°Estela pov's°•.

-Me das un venti de moca de chocolate oscuro con leche light por favor. - Había llegado demasiado temprano al aeropuerto, podre llegar tarde a muchos lados pero el miedo de perder un vuelo no me dejó ni dormir.

Eran casi las 4 de la mañana siendo que mi vuelo para la Ciudad de México era hasta las 7:30. Ninguno de mis amigos estaba conmigo ya que como repetí, era la única loca que estaba ahí tan temprano.

-¿Seria algo más?- Estaba a punto de negar con la cabeza cuando sentí que unos brazos me rodeaban por la cintura, su perfume llegó a mis fosas nasales y sonreí, este beso mi mejilla como saludo.

-¿Quieres un café?- pregunte y me respondió con un sonido afirmativo con su garganta y fui pidiendo lo que el me susurraba al oído.

Baje la mirada para sacar mi tarjeta para pagar pero cuando regrese la vista al trabajador ya había aceptado el dinero que Ronny le entregaba. Lo mire mal y el solo me sonrió de lado.

Nos fuimos a sentar a una de las mesas del lugar.- ¿Qué haces acá tan temprano? Me dijiste que llegarías a las 5.

-Eso planeaba pero me dijiste que te vendrías antes y no iba a permitir que la dama se quedara sola tanto tiempo.- Este abrió la palma de su mano y no la tome entrelazando nuestros dedos.

-Estoy totalmente muerta, no eh dormido nada.- recargue mi cabeza en su hombro cerrando mis ojos buscando algún tipo de descanso mental o físico, estaba derrotada en esos dos puntos.

Mi cuerpo estaba cansado, al parecer me estaba exigiendo demasiado con los entrenamientos últimamente porque que ya no solo era una deuda que tenía que pagar, no solo tendría que ganar para vengar a una de mis mejores amigas si no también para enorgullecer a mi abuelo, donde quiera que este. Yo le prometí que iba a ganar y no quiero que espere menos de mi.

Por otro lado mi mente estaba bloqueando la palabra derrota, no podía permitírmelo, hace tan solo unas horas había terminado mi vestido para la alfombra, me había encantado pero las horas de sueño que le había dedicado no eran normales.
La pérdida de un familiar querido también me perjudicaba bastante aunque no se me notaba la verdad mi interior estaba luchando consigo mismo sobre si detenernos a llorar o seguir adelante. Claramente seguía adelante pero llorando en mi interior.

Y luego estaba Ronaldo, no sabía bien en qué momento había ocurrido y la verdad no me importaba demasiado, todo habia pasado muy rápido y cuando menos acordé ya estaba enamorada.

Mi cabrón tatuado

No estaba dormida pero creo que el pensó que si, escuche el tono de su celular solo por unos escasos segundos ya que respondió rápido. No prestaba mucha atención a su conversación hasta que me di cuanta que me mencionaban a mi.

-No mames pendejo, claro que no no lo voy a hacer ahí.-hubo una pausa de unos cuantos segundos.- No quisiera hacerlo antes pero siento que no puedo tardar mucho sin preguntárselo.

La voz del mesero resonó en mis oídos y me levante inconscientemente para poder beber de él. Agradecí y solte la mano de Ronny para tomar mi celular 4:32a.m.

-Te hablo luego.- Sin esperar alguna respuesta colgó la llamada y dejo caer su celular en la mesa.

-¿Paso algo?- Lo noté un tanto estresado, la verdad no sabia que tan ocupada podía ser la vida de un entrenador, yo simplemente me despierto hago pendejadas frente a una cámara y me duermo.

Y aun así me quejo a veces....

Negó.- No es nada linda, solo un amigo que te da sus consejos pendejos.