En donde Estela acepta participar en la velada del año 4.
En donde por recomendaciones por sus amigas Ronny es contactado para pedir que sea su entrenador.
"Estas cansada?"
"SI"
"Pues levántate y haces otras dos repeticiones"
"Dios, como te odio"
"S...
Nuevamente la rutina de mi día a día había comenzado, había despertado un par de minutos antes de que mi alarma sonara y eso me sorprendió un poco. Revise mis redes por un rato pero dejé de hacerlo cuando supe que se me haría tarde. Aunque no importaba si llegaba un poco después... ¿verdad?
Me levante de la cama para ir a hacer mis necesidades, lave mi rostro y dientes, me prepare un licuado con proteína y volví a mi habitación para vestirme.
—Estas bien pendeja ¿Para eso me pediste que te acompañará?— Había pasado por Rivers hace unos cuantos minutos, eso hizo que nos retrasaramos más de lo que ya estaba.— ¿Para qué no te diera vergüenza volver a verlo?
La mire por unos segundos gracias a que cayó un alto en el semáforo, recargue mi brazo en la ventana y simplemente asentí.
Siendo sincera no muchas veces conocía la vergüenza, cada que me pasaba algo de ese estilo me convencía a mi misma con que no pasaba nada, que a ninguna persona le importaria lo suficiente como para opinar algo y siempre me funcionaba, bueno casi siempre.
En estos días mi entrenador se había puesto muy cariñoso por mensaje, muy fuera del tema laboral. Sabía que lo hacia por el momento tan duro por el que estaba pasando pero mi cerebro malinterpretaba la situación.
—Sam me pongo muy nerviosa cuando estoy con el, ni siquiera se como le dije ese día que me invitara a salir.— El semáforo cambio de color por lo cual puse en marcha el vehículo.— Me sorprendí hasta yo.... Además que necesito a alguien que me ayude a grabar porque Filis me dijo que hoy estaba ocupado.
—Eres una cabrona.— me dio un puñetazo en el hombro, comencé a reír mientras me quejaba.— Ya se me hacia mucha pinche belleza pendeja.
Seguimos platicando en lo que llegábamos al gym box del susodicho, me iba poniendo al tanto de los temas de las chancludas en el grupo de whatsapp porque he de decir que odio revisar los grupos.
—Mañana hay pijamada, pero quieren que sea en tu casa.— me dijo Rivers mientras leía los mensajes del grupo. — Quieren ayudar con tus vestuarios.
Fuck, los vestuarios
—Joder, ya ni me acordaba tu, sisi diles que si pero que ellas traigan el alcohol ahora porque se lo terminaron el otro día.
—Oite, te lo acabaste tu sólita borracha de mierda.
Aparque en el estacionamiento, antes de bajar prepare la cámara para para comenzar a grabar, tomé mis cosas y salí de la camioneta. Sonreí cuando vi que Samantha me estaba apuntando con la cámara de su celular.
—Venimos a acompañar a la niña, me trajo engañada porque solo quiere que la grabe para su documental, maldita perra.
Caminamos en silencio mientras ella subía su historia, entramos a recepción cuando me di cuenta que me había dejado las vendas en la camioneta.
—Dame las llaves, yo voy.— Asentí y le entregue las llaves, entre al espacio de entrenamiento y deje mis cosas en una de las bancas como acostumbraba a hacerlo cuando alguien me acompañaba o simplemente cuando venía tarde y no quería perderme más tiempo yendo a guardar las cosas en una taquilla.
—Buenos días.— Escuché una voz varonil a mis espaldas, una voz que conocía bastante bien.— ¿Durmió bien la princesa?
Me gire y lo mire con una sonrisa obligándome a ocultar mis nervios, estaba a punto de hablar pero este me interrumpió.
—Ah ah.— negó y me señaló con el dedo indice.—¿Desayunaste?— Tome su mano y la baje para poder acercarme a él y saludarlo de beso en la mejilla.
—Muy buenos días Ronny y si, si desayune.— Este se relamio los labios para después sonreír.
—¿Ya terminaron de coquetearse mutuamente o me regreso a recepción fingiendo que me olvide de algo?— Rivers nos miró con una sonrisa maliciosa mientras nos señalaba.
Que hija de ....
—No te vuelvo a traer neta.— Tome las vendas de sus manos. Ella y Ronny se saludaron y comenzaron a platicar, aproveche para comenzar a grabar. Estaba comenzando la semana número 11 de 18. Iba más allá de la mitad, la fecha de la pelea se acercaba y con ello mis nervios iban aumentando.
Mientras explicaba a cámara esto Rivers se me acercó, la enfoque unos segundos para que saludará y luego ella tomó la cámara.
—Va chicas, vamos a ir comenzando.— Este junto las palmas de sus manos y las froto. Yo le entregue las vendas que recién había comprado porque las anteriores las había perdido.
—Aaah apoco no te sabes vendar tu sólita.— Dijo la rubia detrás de cámaras.
—Ay cállate mamona que tu nunca aprendiste.— Rivers comenzó a decir cosas inaudibles para mí pero me dio igual, luego las podría escuchar cuando viera el video. Me enfoque en abrir y cerrar el puño cada que Ronny me lo pedía y no voy a mentir, había olvidado lo bien que se veían sus manos haciendo eso.
—Ya esta chula.— soltó mis manos, camino a recepción— ¿Vas a querer musica?
—Esa pregunta ofende Ronaldo.
[...]
Terminaba de acomodar las colchonetas alrededor de mi cama cuando escuché el timbre sonar. A pesar de tener cuarto de invitados nosotras creíamos que el chiste de las pijamadas era dormir todas juntas.
Me dirigí a la puerta corriendo al escuchar como tocaban sin parar. —Son unas impacientes.— Dije en cuanto abrí.
—¡Al fin! Pensé que nos dejarías afuera toda la noche.
Abrace y salude a cada una de ellas.—¿Nadie trae sus llaves? Para algo se las di.
Comenzamos a platicar de varios temas, a pesar de no estar festejando nada en especial se sabía que nosotras cuatro buscábamos cualquier excusa para beber, y esta pijama no fue la excepción. El tema de los entrenamientos llego, me preguntaron como lo estaba llevando ya que la fecha estaba cada vez más cerca.
Rivers dijo que estaba muy bien el día de ayer que me acompaño.— Va increíble, le gusta mucho el momento del vendaje ¿no es así Ela?
—¿A que venían ustedes?— Intente evadir el tema.— A ayudarme con mi vestuario verdad, deja ir por mi libreta.— Tan pronto como me levante fue como me volvieron a empujar para que me sentará.
—No mamita, tu te quedas aquí y nos cuentas todo.
—O si note emborrachamos para que nos digas.
—Pero de que nos cuentas nos cuentas.
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Me reporto reportándome 🕴
Nmms q la escritora actualice más seguido, ya me pique (me olvide de lo que había escrito y lo vuelvo a leer antes de publicarlo)
Ya saben, faltas de ortografía, algún dato incorrecto, hágamelo saber por favor y por su bien.
