Capitulo 1: Un corazón incompleto

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La felicidad no es eterna, tus vivencias o desastres que pueda haber diariamente son hechos que guardaran en tu mente, el tiempo que cada persona desee, como bonitos recuerdos o dolorosos

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La felicidad no es eterna, tus vivencias o desastres que pueda haber diariamente son hechos que guardaran en tu mente, el tiempo que cada persona desee, como bonitos recuerdos o dolorosos.

—Por favor Pablo, ya es suficiente, ¿No puedes solo firmarlo y ya?

Niego con la cabeza evitando la mirada de la que aún es mi esposa.

—Señor, desde hace dos meses llevamos este proceso, si usted acepta este trato de conciliámiento, ambos podrán llegar a un acuerdo que los beneficie.

Las palabras del abogado de mi esposa suenan firmes y aunque serenas, no me generan ni un poco de tranquilidad.

—Tienen un mes para poder considerarlo, ¿Por qué agilizar los trámites? —Esta vez es la voz de mi abogado la que interviene — Mi cliente puede no acceder a ese pedido, pero está aquí siendo la penúltima citación.

—Sara, hablemos esto con calma, sin abogados, solo nosotros dos.

Alzo la mirada observando a mi esposa, coloco mi mano sobre la suya y solo por unos segundos logro ver calidez en esos ojos que una vez me miraron con tanta admiración, desvía la mirada cuando hacemos contacto visual y separa nuestras manos.

—¿Para qué? —Sara se coloca de pie y me observa apretando sus manos —Hemos conversado hace dos meses y las cosas no cambiarán. —Me coloco de pie y trato de acercarme, pero ella retrocede.

—No puede terminar así, no después de todo lo que hemos construido juntos —inhalo profundo cuando mi voz se quiebra, ella no me mira y podría asegurar que las lágrimas están rozando sus ojos color miel que tanto me gusta contemplar.

—No sigas —su voz es un susurro doloroso y me acerco por qué esta vez no se aleja.

—Sara mírame —susurro y continua en negación. — Yo sé que me equivoque y no logre ser la persona que tenía que estar a tu lado —Sus manos tiemblan cuando tenemos un ligero contacto y suspiro sonoramente tratando de contener mis lágrimas — Solo quiero preguntarte algo nada más, quiero saber esa respuesta y prometo que en un mes firmaré esos papeles.

Alza la mirada y limpia las lágrimas que caen por sus mejillas, hago lo mismo desordenando mi cabello.

—Solo dilo y dejemos de hacernos daño.

Asiento girándome al lado contrario sin dejar de inhalar profundamente.

—¿Te arrepientes de lo que vivimos juntos? —Pregunto sintiendo un dolor en el pecho, su silencio me desgarra el alma y aunque solo han trascurrido segundos siento como si una eternidad nos separada y trato de no bajar mi mirada, más cuando seguimos observándonos en silencio.

Un hilo de esperanza se hace presente en mi interior por qué ella sigue en silencio, pero al ver que las lágrimas caen con más fuerzas por sus mejillas, cierro los ojos y algunas lágrimas agrias caen ahora por las mías.

Aquel año nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora