Capitulo 18: Sin vuelta atrás

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Tus decisiones te muestras caminos que no tienen retorno, sean erróneos o favorables

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Tus decisiones te muestras caminos que no tienen retorno, sean erróneos o favorables. El paso del tiempo no suele ser tan grises para esa, aunque a símpeme visita todo parece una mala decisión, es solo el tiempo quien juzgara y se tomara el tiempo para poder encontrar su rumbo.

—¡Papi! —Sonrió cuando mi hija ingresa a casa luego de bajar del auto y abrazarme con fuerza—Tengo hambre, almorcemos juntos. —Asiento siguiéndola hasta el comedor.

Mi esposa lleva un delantal puesto y me sonríe desde la cocina, mis hijos se sientan en las sillas del comedor mientras sigo las indicaciones de Sara.

Aunque llevo casi dos semanas aquí no puedo decir que me he acostumbrado.

¿Es esta la realidad actual?

Observo con atención a mi familia y al verlos compartir juntos mis esperanzas de creer que todo esto puede ser se incrementan.

Y me siento en las sillas a su lado, aunque no dejo de observarlos, tratando de estar alerta a cualquier detalle que me ayude a saber si esto solo es una realidad alternativa o es que futuro que conozco cambio radicalmente.

Pero las horas transcurren con tranquilidad y el anochecer llega con ellos, mis hijos subieron a sus habitaciones a dormir mientras que Sara y yo en la nuestra. Ella se ata tu cabello en una cola alta mientras se coloca de pijama, evito verla por respeto, es que, aunque quiera no logro quitar de mi cabeza, que ambos existimos donde ella quiere separarse de mí.

Pero entre más la observo, es cuando comprendo que cuando ella sonríe, mi corazón se acelera sin corazón, el momento de gran conexión entre ambos cuando conversamos de banalidades o cosas sin sentido que hicimos durante el día, pero mis ojos captan algo inusual, que no había visto en esta semana que llevo con ellos.

—¿Qué ocurre? —Sara se asiente en nuestra cama y me observa preocupada, me coloco de pie y sostengo entre mis manos unos recuadros donde estamos los dos, más jóvenes. Muchas fotografías cargadas de recuerdos que, aunque crean confusión en mí, se ven lo felices que en su momento fuimos.

—¿Esa fotografía de cuándo es? —Pregunto observando una donde ambos sonreímos mirando algo en un poste de alumbrado público.

—¿No la recuerdas? —Pregunta y niego con la cabeza—El día que vimos el listado de alumnos ingresante a las universidades cercanas para las carreras universitarias—Recuerdo lo feliz que me sentí al ver mi nombre en ese lugar, aunque eso significaría que nos separaríamos por varios meses, nuestras universidades estaban de una ciudad a otra, a casi cinco horas de viaje.

Deposita un beso en mi frente y me da las buenas noches para luego recostarse en la cama y quedar profundamente dormida en instantes.

Sonrió al contemplarla dormir, pero una extraña sensación me invade cuando de la nada el recuerdo de mi hermana regresa a mi mente generándome confusión y temor.

Aquel año nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora