El corazón nunca olvida el lugar donde dejó sus mejores latidos. En nuestro caso fue allí en esa escuela y todos aquellos sitios que visitábamos.
Sé que me ilusioné mucho, pero ambos sabemos que me diste motivos.
¿Habrá sido culpa de tu forma tan am...
Cuando me levanté, mi amiga no estaba allí. Miré la hora en mi celular y se me estaba haciendo tarde. En 7 minutos estuve lista. Tomé el primer pulover que ví en mi closet, y la combiné con una falda gris y unos botines altos de color piel. En realidad pensé en ponerme unos jeans pero creí que me demoraría mucho. Para terminar me recogí el cabello y tomé mi mochila. En cuanto al maquillaje lo único que pude hacer fue pintarme los labios de color piel.
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En unos 10 minutos tocaba según el horario una conferencia para todos los grupos de Ingeniería Química de primero, segundo, tercer y cuarto año. Antes de llegar a la facultad compré unas empanadas de coco y seguí corriendo a pesar de que todos me veían como si huyera de algo. Cuando llegué ya habían asientos ocupados y traté de localizar a alguien de mi grupo o incluso amigos de otros años. Yo seguía de pie en la puerta y cuando me empujaban para entrar, caminé y me senté en el primer asiento que vi libre. A mi lado no estaba sentado nadie y cuando vi entrar a Kevin le hice seña para que viniera, pero me vió y me ignoró.
«¿Y ahora qué pasó? ¿Por qué no quiso venir?»
Me fijé en donde se sentó, me levanté y fui hacia él. Por suerte alcancé sentarme antes de que un chico lo hiciera.
-Hola, hace un rato te había llamado- dije mientras buscaba las empanadas en la mochila ya que no había desayunado.
-Sí, lo sé. Es que a mí no me gusta sentarme delante. Los profesores preguntan con más frecuencia a los que se sientan ahí- me responde y le entendí.
-Bueno, entonces que bien que vine a esta penúltima fila-traté de mirar hacia la pizarra y ni siquiera veía lo que estaba escrito-pero desde aquí no podré ver nada.
-Esa es una desventaja, pero al menos aquí puedo echar una siesta- me dice mientras se acomoda para dormir.
-Ten, las compré hace unos minutos- le ofrecí unas empanadas- no me dio tiempo de desayunar, pero ten unas cuantas- dije amablemente.
-No, gracias. Cómelas tú- me las rechaza.
-Por favor acéptalas- dije poniendo ojos de cachorrito- voy a pensar que estás enojado.
-¿Por qué estaría enojado?
«Ayer Brandon dijo que eramos novios, y yo no te había contado que sería tu cuñada» - respondí mentalmente.
-No lo sé. Quiero darle unos dulces a mi amigo, solo es eso. ¿No te gustan?- pregunté mientras probaba una.
-No, o sea sí me gustan- me respondió y al final me aceptó unas cuantas- están deliciosas, gracias.
-No hay de qué, ahora en adelante tenemos que ser muy buenos amigos- dije tratando de llevarme de lo mejor con mi cuñado.
-¿Por qué dices eso de repente?- me pregunta riéndose.
