O15

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Willy y Briar salieron de la catedral tomados de la mano, bañados completamente en chocolate, frente a ellos un enorme grupo de policías habían detenido el paso de quienes casi ocasionan su muerte.

Los magnates chocolateros quedan impactados al ver cómo estos han salido con vida.

Willy, con una sonrisa triunfante, le entrega el libro de cuentas a un oficial parado al lado del portón de la capilla.

─Yo no cantaría victoria tan rápido. ─Briar les dice. El oficial por su parte, hojeaba el libro.

En ese momento el jefe de policía, quien ya se encontraba tan obeso, que apenas y podía salir del su auto.

─Okay, okay. ─Dijo mientras se acercaba, respirando con dificultad. ─Déjame ver eso.

Antes de poder tomar el libro, el oficial lo detuvo.

─Puedo ver su nombre aquí, jefe. ─El oficial cierra el libro en sus manos.

─Debe ser un malentendido. ─El, ya no, jefe de policía suelta una risa nerviosa al final.

Por parte de los magnates, estos intentaron salir corriendo, pero sorpresivamente para ellos, comenzaron a flotar en el cielo, eran los efectos de los chocolates que había comido anterior mente, dándose cuenta de que no debieron hacer eso.

─¡No sirve de nada! ─Uno de ellos habló, agarrándose de una fuente, mientras otro se agarró de su pierna y el otro más arriba también hizo lo mismo. ─¡Tenemos suficiente chocolate para salir ilesos!

Willy caminó hasta quedar unos metros frente a la fuente, bajó su mirada un paca, para luego levantarla y mirarlos.

─Yo no estaría tan seguro. ─Al decir eso, la fuente tembló un poco, hasta que un gran chorro de chocolate de salió, llenando la fuente y haciendo que quienes estaban agarrados se soltaran por la fuerza en la que salió.

De un momento a otro todos estaban sirviéndose chocolate y pasando un buen rato en la plaza. Willy por fin sentía que todo estaba bien.

Él y Briar ya se habían limpiado el chocolate, Willy dándose que cuenta que la chica se podía ver absolutamente bien así sea cubierta en chocolate.

Podían ser sus dos cosas favoritas juntas.

Ella y Noodle estaban con algunos niños, Willy la miraba sentado en uno de los escalones que daban a la entrada de la catedral, se sentía lleno.

Sacó de su bolsillo el pequeño chocolate que su madre le había dado, lo observó con una sonrisa nostálgica. Lentamente lo abrió y encontró una especie de ticket dorado.

Era una pequeña nota que decía: "El secreto no es el chocolate, lo que importa...

Son las personas con quien lo compartes."

Una pequeña sonrisa se tatuó en su cara, sus ojos estaban un poco rojos debido a la emoción que sentía dentro de su pecho.

Miró hacia el frente, encontrando entre las personas, el alma de su madre, quien lo miraba con orgullo. La sonrisa de Willy creció y miró a todos los que lo rodeaban.

Su pequeño grupo se acercó a él, todos dándole la misma sonrisa de orgullo de su madre, Willy dividió el chocolate en partes iguales compartiéndolo entre todos. El secreto era mejor de lo que alguna ves imaginó.

[...]

Todos ya eran libres, El señor Ábaco regresó con su familia, Larry con su ex esposa, aún queriendo seguir su sueño de ser un comediante. Al igual que los demás, que continuaron con la vida que tenían antes.

La señora Fregoso y Lejía fueron detenidos por la policía, para mala suerte de ellos, sus nombres estaban escritos en el libro de cuentas.

Noodle, por su parte había encontrado a su madre, Willy alcanzó a leer el nombre de la mujer en el libro de cuentas, y con ayuda de Briar pudieron encontrarla.

Fue una escena muy emotiva como Noodle se reencontró con su madre.

Tanto que ni Willy ni Briar se aguantaron las lágrimas.

Todos tenían su libertad anhelada.

Willy se encontraba caminando solo, cerca del muelle. Briar tenía algunas cosas cerca de la lavandería, así que fue a buscarlas, Willy se ofreció a acompañarlo, pero ella dijo que no era necesario. Aunque ambos querían la compañía del otro, había una conversación que querían evitar, una despedida de la que querían escapar.

─Aún me debes un frasco de chocolate. ─El Oompa Loompa salió de la nada.

Sobresaltando a Willy e interrumpiendo sus pensamientos.

─Tengo una idea mucho mejor. ─Willy le dijo, mirándolo mientras una sonrisa se forma en su cara.

Tenía que distraerse de sus pensamientos, o se volvería más loco de lo que ya está.

Willy le endulzó el oído al Oompa Loompa con la idea que tenía en mente. Su fábrica de chocolate.

Era un plan perfecto, era el sueño de Willy.

Se sentía un poco incompleto, pero Willy intentó ignorar aquello.

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⏰ Última actualización: Jan 11 ⏰

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Pure Imagination, Willy WonkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora