Alfombra

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No encontró ni a Mina ni a Momo, así que supuso que las habían obligado a entrar. Miró la alfombra desde un rincón de la calle e hinchó su pecho con lo que le había dicho Bakugo

Demostrarles a todos quién era, eso iba a hacer, así que sacó una de sus mejores sonrisas y dio un paso hacia delante, saliendo de la protección de la acera que la ocultaba con sus sombras

Automáticamente todos los focos se pusieron sobre ella, una atención que la abrumó, como cuando una polilla ve una luz y se lanza a por ella, pero se esforzó en que su valor no se tambaleara

—¡Uravity por aquí!— la llamaban los periodistas pero ella solo caminó, firmando autógrafos y saludando a los civiles que se agolpaban para verla. Era muy consciente de que su cara saldría al día siguiente por todas partes

—¿Ha hablado con Deku?— firmó otro autógrafo, ignorando las preguntas y los micrófonos en su rostro. Bueno, ¿Qué esperaba? Era la primera vez que se dejaba atrapar por la prensa desde que volvió

—¿Está nerviosa por volverlo a ver?

—¿Sabe si asistirá?

—¿Cree que su presencia creará un conflicto?

—Es la primera vez que se muestra en público ¿Porqué no contesta las preguntas? ¿Acaso tiene algo que ocultar?

Ochako giró su cabeza con brusquedad, clavando su mirada filosa en los reporteros. Se acercó y algunos dieron un paso hacia atrás

Estaba harta de que dejaran entrever entre líneas que ocultaba algo, y ahora mismo se sentía preparada para callarles la boca un rato a todos aquellos que querían volverla la mala de una película que ni se había estrenado

—A lo mejor respondería si hicierais preguntas de verdad y no simples chistes de prensa rosa— su lengua se disparó como un látigo, captando aún más la atención— y no, no me importa si asistirá o no, porque no hay ningún problema entre nosotros, solo somos compañeros de trabajo y, si me disculpan, voy a dedicarle mi tiempo a aquellos que si quieren saber algo sobre mi de verdad

El reportero enrojeció y agachó la cabeza antes de que Ochako se retirara. No dio ni dos pasos y ya se arrepentía de lo que había dicho.
¿Cómo los había podido tratar así?

Bueno, eran ellos los que inventaban cosas, los que la menospreciaban todo el rato, los que le repitieron hasta la saciedad lo inútil que era en Estados Unidos

Así que se tragó su mal estar y continuó avanzando, deteniéndose cuando una periodista que se veía muy amable le cortó ligeramente el paso

—¿Cómo evolucionan sus heridas tras el famoso rescate? Hay mucha gente preocupada por su estado, pero solo hemos recibido el comunicado que emitió su agencia

Ochako la observó y cambió su expresión, llena de culpa por no haberse mostrado casi, pero bueno ¿Qué esperaban con toda esa horda de prensa rosa acosándola

Reconoció la cadena de inmediato y sonrió al ver que era nacional

—Siento mucho no haber dicho nada hasta hoy— levantó sus manos, enseñando las vendas y cabestrillos que quedaban— Recovery Girl hizo un excelente trabajo, como siempre, curó mis costillas, mis brazos y quemaduras, pero no pudo hacer demasiado con mis dedos, que fueron los más afectados— sonrió— ¡Pero no se preocupen! Aún no puedo utilizarlos bien pero no es para nada un problema

La reportera le sonrió, se veía interesada de verdad y eso la hizo sentir... Bien...

La mujer abrió la boca para hacer más preguntas, pero unos gritos y miles de luces hicieron que ambas giraran la cabeza hacia la entrada de la alfombra

Una nueva etapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora