Había superado la prueba y no de una forma discreta.
Magullada, con quemaduras por los hilos y dos costillas rotas, pero feliz.
—Enhorabuena, hacía tiempo que nadie nos daba una paliza— dijo Hawks estirando las alas.
Mirko se cruzó de brazos— ¿Se puede saber que me has hecho? ¡Un poco más y me incrustas en el suelo!
Ochako los miró con entusiasmo. Todos la habían felicitado, decían que era la mejor prueba que habían visto desde que Kirishima y Bakugo entraron. Pero eso no era lo importante, lo que sí lo era es que esos tres renombrados héroes la miraban con curiosidad e interés.
—Lo he hecho con dos habilidades; la gravedad cero, ya la conocéis muy bien, y el augmento de gravedad— extendió sus manos— puedo modificar la gravedad de cualquier parte de mi cuerpo, así como crear un pequeño campo a mi alrededor donde la gravedad sea más ligera o pesada.
Mirko la miró satisfecha y Jeanist sonrió con los ojos— ya veo— dijo Hawks riendo— parece que, aunque sabíamos tu notable potencial, te hemos subestimado— la miró con una sonrisa— ahora me alegro de que no te valoraran en tu antigua agencia, más para nosotros.
Ochako hizo una mueca.
—Lo que Hawks quiere decir es— lo despachó Jeanist con un gesto— bienvenida a la agencia señorita Uravity.
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Había sido un día completamente ajetreado ya que por culpa de la prueba de Ochako él había tenido que cubrir más turnos.
Pero por lo menos ahora podía estar tranquilo en casa, relajarse leyendo un libro y acostarse pronto.
Si no fuera por el insoportable sonido que venía desde la casa de su vecino.
Era nuevo así que aún no lo había visto, pero estaba seguro de que si continuaba así iba a verlo pero entre sus manos.
Y así estuvo unos incansables diez minutos hasta que la música le taladró tanto el celebro que lanzó el libro y salió de su casa.
—¡Baja la maldita música, bastardo de mierda!— gritó dando puñetazos a la puerta. Desde el pasillo se oía más ¿Pero quién tiene el gusto de poner Lady Gaga a las nueve de la noche?
—¿Si?— la puerta se abrió de golpe, tan fuerte que lo sorprendió, quedándose clavado en el suelo al ver quién la había abierto— ¡BAKUGO! ¿Qué haces aquí?
El cenizo tardó en reaccionar. Llevaba un vestido ceñido a cada curva y músculo de su cuerpo, el pelo perfectamente planchado hasta sus hombros y esos ojos marrones lo observaban con sorpresa.
—Oh, me estás jodiendo— susurró deformando su cara con sus manos— ¿Qué hago aquí? ¡Vivo aquí! ¡Así que baja la maldita música! ¡Me vas a reventar los oídos!
Ochako tardo un momento en procesar lo que le había dicho. No lo había visto, siquiera había dado señales de que alguien vivía en esa misma planta. Parpadeó y conforme lo hizo se empezó a poner nerviosa.
¿Y qué hacía cuando se ponía nerviosa? Hablar.
—Siento mucho haberte molestado, pensaba que nadie más vivía en esta planta, es que me voy a casa de Mina a celebrar mi ascenso en la agencia así que me estaba pre-
—Me importa una mierda, tú baja la música de una vez y- — frunció su ceño aún más— ¿Acabas de decir que has entrado en la agencia?
Ahora fue Ochako quien hizo una mueca— si, ¿Algún problema?— arrugó su nariz— ¿Porqué lo dices como si te molestara?

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Una nueva etapa
FanfictionUraraka vuelve de Estados Unidos después de romper su relación de varios años con Deku, volviendo así a su tierra natal, Japón. Allí se reencontrará con varios de sus antiguos compañeros de UA, siendo toda una sorpresa su visita, ¿Pero todo lo que...