Bakugo

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Estuvo toda la noche inquieto, pensando y repensando en si de verdad era una buena idea, pero al final se cabreó tanto que lo mandó todo a la mierda y llamó a su puerta  

Tardó en abrirle, pero cuando lo hizo su aspecto era más que horrible

—¿Se puede saber que hora es Bakugo?— dijo cabreada. Genial, la había despertado

—Las diez, y ahora vístete

Frunció el ceño y abrió un poco los ojos para verlo mejor

—¿De que vas disfrazado?— dijo apuntando a su gorra y gafas de sol

—¡Tú vístete maldita sea!— y se fue al otro lado de la puerta para controlar el impulso de ahogarla ahí mismo. No dormir no le había sentado nada bien, pero, ¿Cómo hacerlo después de que se abriera con él? Realmente no era de piedra y mucho menos con alguien que hizo tanto por él en su día

Ochako cerró la puerta de un manotazo y salió a los veinte minutos con una sudadera negra y unas gafas de sol, solo que ella seguramente las llevaba por la resaca. 

Bakugo la alcanzó en tres zancadas y la guio a su coche

—¿Se puede saber que estás haciendo? ¿No se supone que no tenemos que trabajar hasta esta tarde?

—Si— dijo arrancando— tú solo cállate y estate quieta

Ochako hizo una mueca y lo observó como si fuera un marciano. Era extraño que la buscara si no tenían que trabajar, pero lo que más la confundía era la notable aura de muerte a su alrededor

¿Por que? 

Entonces su cabeza hizo click y recordó lo que había pasado 

Oh no, ¿Acaso estaba cabreado porque le había soltado todo eso? 

Lo volvió a mirar completamente avergonzada y abrió la boca para disculparse, se sentía extraña, como desnuda porque se hubiera abierto un poco con él, porque ya no tenían la misma confianza y dudaba que le importase un poco su desdichada vida

—He dicho que estés callada— espetó antes de que ella pudiera emitir algún sonido— solo no hables

Ochako lo volvió a observar y cerró la boca

¿Acaso podía confiar en él? No lo sabía, aunque dudaba que volviera a confiar en alguien después de la traición de Deku

Lo que había hecho era peor que si le hubiera puesto los cuernos, era peor que si la hubiera dejado sin darle ninguna explicación... Era peor que todo eso, porque no solo había roto su confianza, sino que Ochako sentía que todos estos años a su lado habían sido destruidos, una mentira. Sobre todo porque Izuku era la persona en la que más confiaba, a la que más admiraba, y la realidad la había golpeado con tanta fuerza que estaba convencida de que nunca volvería a ser la misma

¿Acaso podría confiar en alguien más que en ella misma? Era un sentimiento muy extraño, una inseguridad demasiado grande

Mientras pensaba en todo eso llegaron a un centro comercial y Bakugo la movió entre la gente con una rapidez tan excelente que nadie se fijó en ellos, ¿Acaso estaba acostumbrado a moverse así? Aunque era una pregunta tonta, es el número dos

La atrajo a una tienda y prácticamente la empujó a los probadores

—¿Se puede saber que estás haciendo?— susurró apartando la cortina para encararlo, ya harta de no saber que estaba pasando

—Te vas a probar esto— y le soltó una pila de ropa que no supo muy bien en que momento tomó— y rápido, no voy a estar aquí tres horas esperando a que salgas

Una nueva etapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora