Una nueva etapa

Hospital

Lo último que recordaba era el sonido de una explosión y un brazo fuerte en su cintura.

Nada más.

—¿Quieres un poco de agua?

Miró a Mina sin prestarle mucha atención.

Al parecer había rescatado a más de medio edificio, sin contar a miembros del equipo o que lo sostuvo todo por unos minutos.

Había hecho una locura, el mejor rescate hecho por una sola persona desde la época dorada de All Might, pero lo que se respiraba a su alrededor no era alegría.

Al parecer, estuvo a nada de morir.

"Si no hubiera sido por Bakugo y Kirishima habrías muerto, Ochako" "Casi tienes un fallo pulmonar y un derrame celebrar por excederte con tu quirk Ochako" eso le habían dicho.

Tenía varios dedos rotos, quemaduras de segundo grado en brazos, espalda, piernas y cuello, por no hablar del terrible dolor de cabeza que no la dejaba abrir bien los ojos.. Y apenas podía moverse un poco sin sentir un dolor atroz por todas partes.

"Genial" pensó.

Los hospitales la estresaban, la ponían completamente mala porque le recordaban al pasado, porque había muerto demasiada gente en ellos, demasiada gente conocida... Porque fue donde pasó la peor época de su vida.

Mina tomó su mano y la acarició; estaba asustada, Ochako apenas hablaba, solo miraba por la ventana a un punto fijo... Desde que había vuelto la había notado extraña y no podía dejar de pensar que era por la ruptura con Deku.

Se asustó, mucho, cuando vio por la tele como Bakugo los rescataba: Kirishima lleno de cenizas y polvo, nada fuera de lo común, pero ella... Ella estaba llena de sangre, completamente inconsciente, con los dedos deformes, los ojos en blanco... No podía olvidar como Kirishima intentaba que no se tragara la lengua, como Bakugo gritaba para que la atendiera alguna ambulancia...

—No quiero que suene como una riña, se que todo esto es parte de nuestro trabajo pero... ¿No podrías intentar ser más cuidadosa?

Ochako la miró, unos ojos completamente vacíos— ¿Para que?— su voz sonaba ronca, apenas podía decir mucho más.

—¿Cómo que para que? ¡Ochako! ¡Tu vida también es importante!

La castaña esbozó una sonrisa triste, demasiado triste— oh, Mina— y las lagrimas empezaron a derramarse por sus mejillas, sin control, no pudiendo esconder un minuto más lo destrozada que estaba.

Lo había intentado... No preocuparlos, no romperse... Pero no podía más...

Se sentía una niña pequeña, alguien desolado, completamente roto... Y se rompió aún más cuando Mina la abrazó.

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La prensa se agolpó por varios días en las puertas del hospital. Todo el mundo había visto su tremenda hazaña así que recibió muchas felicitaciones, sobre todo por parte de la agencia, donde se había vuelto a ganar el respeto de la gente. Aunque no todos estaban felices; Mirko y Jeanist, aunque estaban muy agradecidos con su trabajo, la reprendieron por no ser más cuidadosa con su propia vida.

Ahora tenía varias semanas de descanso, ya que Recovery Girl no pudo curar todas sus heridas al 100%.

Hoy era su último día en el hospital y tenía demasiadas ganas de volver a su apartamento. Había recibido visitas, sobre todo de Kirishima, que aún estaba muy asustado, pero de quien no había recibido ninguna era de Bakugo, quién se suponía que la había sacado de allí.

No esperaba que fuera, pero tenía una pequeña esperanza, ¿Era absurdo pensar en que él también recordaría esos días en el hospital? ¿Qué por eso se acercaría a visitarla? Era una tontería, pero lo había pensado.