Isabel, una joven que se muda a Boston con su familia, descubre un nuevo mundo al conocer a los trillizos Nick, Matt y Chris. A medida que se integra en la vida de la ciudad, Isabel se encuentra inesperadamente enamorada de Chris, desencadenando una...
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Isabel llegó a casa, encontrándose con su hermano recargado en la puerta de su habitación. Él la miró con seriedad.
- Espero que no salgas embarazada.
Isabel, sin perder su sentido del humor, le dio un suave golpe en la cabeza y bromeó.
-¡Oh, por supuesto! Eso no va a pasar.
Luego, Isabel jaloneó a su hermano del brazo entrando a su habitacion y cerrando la puerta detras de ella,Isabel estaba en su habitación revisando su celular cuando recibió un mensaje de Chris.
Chris: ¿Ya llegaste a casa?
Isabel respondió rápidamente.
Isabel: Sí, ya llegué. ¿Y tú?
Chris: Sí, también. ¿Cómo te fue con tu amigo?
Isabel sonrió mientras escribía su respuesta.
Isabel: Muy bien. Es muy divertido y amable. Pasamos un buen rato juntos.
Chris: Que bien :)) Si necesitas hablar o algo, aquí estoy.
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Isabel estaba ocupada trabajando al lado de su amigo Dylan en el restaurante, Su hermano, encargado de atender las mesas, se acercó cuando vio entrar a Chris y Matt. Chris ordenó una Pepsi y un hotdog, mientras que Matt solicitó una malteada y un mini pastel.
El hermano de Isabel se ocupó de atender a los recién llegados, mientras ella dirigía su mirada hacia la puerta. Vio entrar a una rubia que se dirigió a sentarse en la mesa de al lado de Chris y Matt. Observó cómo Chris rodaba los ojos ante la presencia de la rubia.
Dylan habia ido decidido a tomar la orden de jules, La rubia al mirar a Dylan, comenzó a coquetearle abiertamente, asegurándose de que Chris notara su juego de seducción.
Dylan, sintiéndose incómodo, tomó la orden sin prestar atención a los coqueteos de la chica. La rubia, molesta, le preguntó.
-¿Acaso no te gustan las chicas?
-No me gustas tú. [molesto por la actitud de la chica, le respondió sin titubear]
Se alejó de la mesa y regresó al lado de Isabel,Isabel, notando la tensión, decidió atender personalmente a la rubia. Al acercarse, la rubia rodó los ojos y comentó sarcásticamente.