Isabel regresó a trabajar junto a su hermano con entusiasmo, el resutaurante estaba lleno de clientes y la actividad era constante. Isabel se ocupaba de atender mesas y tomar pedidos, disfrutando de la rutina familiar del lugar.
En medio del ajetreo, la campana de la puerta sonó y allí estaba Dylan, sonriente y listo para empezar su primer día de trabajo como mesero. Isabel, emocionada, abandonó momentáneamente su tarea para darle la bienvenida.
-Dylan, ¡qué sorpresa verte aquí!
-¡Hola, Isa! Estoy emocionado por comenzar. ¿Tú cómo has estado?
-Todo bien, y ahora mucho mejor que estás aquí. ¡Vamos a hacer de este un gran día de trabajo!
Ambos se sumergieron en sus responsabilidades, tomando pedidos y sirviendo a los clientes. La complicidad entre ellos se notaba en las risas y los gestos juguetones mientras trabajaban codo a codo. Sin embargo, Isabel percibió la mirada preocupada de su hermano, quien observaba la interacción entre ella y Dylan.
Con una mirada rápida y significativa, Isabel le hizo entender a su hermano que estaba bien y que debía concentrarse en sus propias tareas. Su hermano, aunque inicialmente sobreprotector, captó el mensaje y decidió enfocarse en las obligaciones de la cafetería.
El restaurante estaba tranquilo, con apenas unos pocos clientes dispersos en las mesas. Isabel y Dylan charlaban animadamente, disfrutando de la calma antes de que la actividad se intensificara. Fue entonces cuando Isabel notó la entrada de sus amigos, los trillizos.
Su hermano, al verlos, se acercó rápidamente para saludarlos. Isabel, emocionada, tomó la mano de Dylan y lo condujo hacia la mesa de los trillizos.
-¡Hola chicos! ¿Cómo están?
Los trillizos respondieron con entusiasmo, devolviendo el saludo. Isabel los presentó a Dylan con una sonrisa radiante.
-Chicos, quiero que conozcan a Dylan. Es mi nuevo amigo y también trabaja aquí en el restaurante.
Los trillizos saludaron a Dylan amigablemente. Chris le dio una media sonrisa, Nick levantó la mano en señal de saludo.
-¿Cómo se conocieron, Isabel? [Pregunto Nick]
-Nos conocimos en la fiesta. Dylan es un amigo genial, y ahora también es parte de nuestro equipo aquí en el restaurante.
-¿Cómo están llevando el trabajo juntos?
-Está siendo increíble. Isabel me ha ayudado mucho, y es divertido trabajar aquí
Isabel se encontraba emocionada preparándose para salir, disfrutando de la compañía de los trillizos que habían terminado de comer en el restaurante. Los chicos, siempre amigables, se ofrecieron a llevar a Isabel y su hermano a casa.
-Isa, ¿quieres que te llevemos a casa?[Pregunto Chris]
-Gracias chicos, pero creo que hoy me iré caminando con Dylan. ¿Te parece bien, Dyl?
ESTÁS LEYENDO
Dayligth | Chris Sturniolo
Hayran KurguIsabel, una joven que se muda a Boston con su familia, descubre un nuevo mundo al conocer a los trillizos Nick, Matt y Chris. A medida que se integra en la vida de la ciudad, Isabel se encuentra inesperadamente enamorada de Chris, desencadenando una...