Isabel, una joven que se muda a Boston con su familia, descubre un nuevo mundo al conocer a los trillizos Nick, Matt y Chris. A medida que se integra en la vida de la ciudad, Isabel se encuentra inesperadamente enamorada de Chris, desencadenando una...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Isabel despidió a sus amigas en el aeropuerto. Kat abrazó a Isabel y le susurró al oído
-Chris realmente quería besarte.
Isabel rodó los ojos ante el comentario de su amiga. Al dejarlas para que volvieran a su ciudad, un mensaje de su nuevo amigo Dylan apareció en pantalla, preguntando si podían salir.
Isabel se reunió con su amigo Dylan y ambos bromearon entre ellos, haciendo chistes tontos. Isabel, en tono de broma, le preguntó a Dylan qué tenía en la mochila. Dylan, también en tono de broma, le dijo que nada, escondiendo su mochila detrás de él.
Isabel, jugando, intentó quitársela y logró hacerlo. Cuando la abrió, vio que Dylan tenía un cuaderno de dibujos.
Isabel quedó impresionada por la habilidad de Dylan para dibujar y elogió sus preciosos dibujos, sugiriendo que debería convertirse en un gran artista. Mientras hojeaba los dibujos de lugares, animales y otros temas.
-¿Alguna vez haz dibujado personas?
-Alguna vez lo hice, estaba enamorado de una persona pero me rompio el corazon asi que rompi todos los recuerdos.
Isabel se encontraba acostada en el pasto junto a su amigo Dylan, compartiendo preguntas sobre sus vidas. En un momento, Dylan le preguntó.
-¿Hay algo que te haga sentir insegura?
-Sí, de hecho, mi color de piel. Es algo que realmente no me gusta.
Dylan se levantó y la miró disgustado con su respuesta.
-Chica, tienes que estar bromeando. Tienes la piel más hermosa que haya visto.
-Siempre he sido la más morena de mis amigas.
-Eso te hace única.
Isabel le contó a Dylan cómo su supuesta amiga la había estado menospreciando debido a su color de piel. Dylan frunció el ceño ante la revelación.
-No puedo creer que alguien pueda comportarse así. Esa no es una verdadera amiga.
-Lo sé, pero duele, Dylan. No entiendo por qué alguien haría eso. [Dice con lagrimas saliendo de sus ojos, queriendo contener sus ganas de llorar]
Dylan se puso serio y miró a Isabel directamente a los ojos.
- No deberías permitir que esa persona te haga sentir menos, y alguien que se hace llamar tu "Amiga" nunca haria eso.
Isabel sonrió débilmente, reconociendo la verdad en las palabras de Dylan.
-Gracias, Dylan.
-Por supuesto, Isabel. Eres una chica increíblemente fuerte y hermosa, no deberías dejar que nadie te haga sentir lo contrario.
-Oh, no digas esas cosas, Dylan.
Pero Dylan continuó, decidido a levantarle el ánimo.
- En serio, Isabel. Eres única y tienes mucho que ofrecer. No me sorprendería que haya muchos chicos detrás de ti.
