𝚂𝚒𝚗 𝙴𝚜𝚌𝚊𝚙𝚊𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊♡

36.Sospechas

*Días después en Nueva York*

Navarrete

-escucha, nadie puede saber sobre lo nuestro, no se lo comentes a nadie- susurro abriendo la puerta

-en estos días me lo haz repetido un millón de veces- me acerco- ¿por qué no entras?

-¿qué haces?, dijiste que solo me acompañarías hasta la puerta

La tomo de la cintura entrando por completo a su departamento.

-no puedes quedarte aquí- cierro la puerta- ¿crees que no nos tendrán vigilados?, si es que no lo hacen ya- me acerco

Me siento en el mueble y finjo concentrarme en el celular.

-primero fue Lunes que Martes

-¡lo sé!

-quiero decir que si te hubiese conocido antes tal vez- titubeo- las cosas serían diferentes pero no es así... en fin, solo fue una llamada, no es como que vaya a correr ya mismo a sus brazos- en lugar de arreglar la situación, lo estoy empeorando- ¿no te parece raro la forma en que murió ese tipo?- me siento en sus piernas

-también fue raro que Alberto haya tenido un infarto justo después de que tú sirvieras el whisky

-¿qué insinúas?, te recuerdo que en su autopsia no había rastro de nada, caso contrario al de Jeremy- me hago la desentendida

-¿conoces el nombre del "jefe"?

-no- miento- ¿seguirás en este plan, enmascarado?

-no me llames así- acaricio su mejilla- no quiero separarme de ti

-mi amor dijiste que te irías conmigo a Miami

-¿para seguir siendo tu amante?

-no puedo perderlo todo por alguien que no conozco realmente, no sé mucho de ti, y no hablo precisamente de tu apariencia, hablo de que sabes esconder muy bien tu pasado

-muy pronto despejare todas esas dudas que tienes sobre mí, solo te pido que confíes y cuando ese momento llegue no me juzgues

-me asustas- menciono intrigada

-tranquila mi amor- beso su frente

-ya casi tienes tu cita y podrás quitarte esto- toco la venda que está debajo de la máscara- quiero estar ahí momia

Lo pienso unos segundos y luego asiento.

-estarás ahí, te aviso que es en México- acaricio su espalda

Todo este tema de su boda me tiene totalmente cabreado, he intentado convencerla de no hacerlo pero es muy terca. La única manera de evitarlo es terminando con esta maldita venganza de una buena vez.

Esto es algo que debo hacer yo así que no esperaré a que ella siga sacrificando su felicidad y la de mis hijos por algo que me corresponde a mí, estos dos años de ausencia deben servir para algo.

Ahora lo que más me preocupa es que ya se acerca el momento de revelar la verdad y no sé como lo tome, estos días han sido los mejores a su lado y no concibo la idea de perderla nuevamente.

-me escribió el jefe, creo que tenemos otra misión

-ya me tienen harto sus misiones, no iré a ningún lado

Me mira confundida.

-¿por qué no me cuentas para qué quieres entrar al cartel?

Decido decirle la verdad al menos esta vez.