37.La verdad

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Navarrete

-¿dónde estás Altagracia?- vuelvo a marcarle y se va a buzón- no pienso seguir esperando

Voy a la recámara y luego de buscar una chamarra y mi arma salgo del departamento, voy a todos los lugares en los que nos hemos encontrado con Osvaldo y nada, no están.

Quisiera llamarlo pero son casi la 1:00 am, sería muy sospechoso y Altagracia me mata.

Decido hablarle a Matamoros para que me ayude a dar con su ubicación, algo me dice que no está bien.

-ya debería haber llegado, se fue hace mucho

-debiste ir con ella

-ya no es momento de lamentarnos, necesito que me mandes la ubicación de Altagracia

-sí, ya me lo haz dicho mil veces, pero eso tardará un poco porque su celular está fuera de servicio

-mierda- resoplo

-¿no le haz dicho la verdad?

-no, se supone que en cuanto acabara con todo esto y llegáramos a México para unas sesiones láser le diría

-ey, ya vi tus fotos y te ves muy bien, estás casi como nuevo, solo se notan unas cuantas cicatrices, entre más tiempo tardes va a ser peor

-lo sé, antes no quería que me viera así, pero ahora estamos tan bien que no quiero perderla de nuevo, temo decirle la verdad y que no llegue a perdonarme

-sí tienes suerte te perdona, yo francamente ya di por perdido mi trabajo y peor, mi amistad con ella

-no digas eso, me encargaré de que eso no suceda. Bueno, no te quito más tiempo, apúrate por favor- cuelgo

He pasado las horas más angustiantes que pude haber tenido, la ubicación de Altagracia no llegó sino hasta el medio día, al parecer intentó comunicarse desde otro celular pero algo pasó.

Ahora me encuentro ideando un plan para ir por ella, a la mala hora se fueron mis amigos, claro que ellos poco son de usar armas pero me hubiesen servido de cuartada.

Le pongo el silenciador a las armas y en eso tocan el timbre, ha de ser Matamoros. Me dirijo a abrir la puerta y lo empujo hacia adentro.

-por fin llegas- le paso un rifle- no pienso dejar pasar una hora más

-cálmate, hay que hacer las cosas bien- me siento- pasé por el lugar, es en una zona un poco peligrosa, pero bueno, lo realmente importante es que vi a alguien que seguramente está detrás de esto

-¿a quién?

-a Elizabeth Cáceres, se despedía muy cariñosa  de el jefe del cartel

-¿qué?- grito- ¿no estaba en un manicomio?

-estaba

Golpeo la mesa con fuerza.

-no aguanto un segundo más Matamoros, quién sabe qué le estarán haciendo, Altagracia es fuerte pero ya es suficiente de tantos traumas, de tanto sufrimiento, no quiero que le hagan que le afecte aún más- recuerdito la última vez que intentaron abusar de ella, hace más de dos años

-tenemos dos opciones, una sería tirarnos los dos a la guerra ya mismo y la otra esperar a que lleguen mis hombres e irnos más seguros y preparados

-la primera

Camino rápidamente hacia la puerta y lo oigo suspirar.

Altagracia

-ahh- toso- eres una cobarde maldita perra- le grito- ni siquiera teniéndome en estas condiciones haz sido capaz de humillarme

𝚂𝚒𝚗 𝙴𝚜𝚌𝚊𝚙𝚊𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora