𝚂𝚒𝚗 𝙴𝚜𝚌𝚊𝚙𝚊𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊♡

68.Eternamente

(Les aconsejo que escuchen la canción antes de leer o cuando esté por terminar el capítulo).

Navarrete

No sé si Altagracia está en sus días pero hoy amaneció con un genio de perros. Estamos terminando de contar los sobres que recibió Valeria mientras ella y los demás miran los regalos en la sala. Mi hija se acerca y al ver su cara sé que no es nada bueno.

-ma', promete que no me vas a regañar

-¿y ahora qué?

Muestra el vestido de sus 15 con una enorme mancha en el corset.

-dile a una empleada que lo mande a la lavandería

-ya lo lavaron, no sale

-¿qué dices?

-mi amor cálmate, solo es un vestido

-un vestido que iba a exhibir, me costó esta vida y la otra conseguir esos materiales porque aquí la niña quería parecer árabe, lo único que quedaba era exhibirlo y mira- lo cojo- no sé porqué me sorprendo, nunca cuidas nada Valeria

-pero hay fotos, puedes decirles que hagan otro

-Val, te estás hundiendo más, mejor termina de ver tus regalos, yo tranquilizo a tu madre

-no necesito que nadie me tranquilice- cojo mi bolsa- nos vemos más tarde

-¡ah!, un cachorrito

-¿lo quieres?

-¿en serio me lo das Val?

-sí, conmigo se muere el primer día, tú lo vas a cuidar mejor

-¿un qué?- grito

-calma mujer

-suéltame

Se dirije hacia donde se escuchan los ladridos, y al ver a esa pequeña bola de pelos en manos de Mía, suelta un grito.

-ni en sueños, ¿de dónde lo sacaron?

-es regalo de la tía Irene

-la voy a matar- susurro

-¿está lindo verdad mamá?, siempre quise uno

-hay que llevarlo a la finca, aquí no se queda

-pero ma..

-pero nada

El perro se acerca a ella y al sentirlo tan cerca retrocede.

-quita, no me toques

Ladra.

-agarrenlo- doy otro paso

-amor calma, es solo un perro, si te pones así, no te va a dejar en paz

-quitenmelo de encima ya les dije

El perro amenaza con morder y cuando menos pienso mi esposa se echa a correr por toda la casa con el a sus espaldas, y detrás, Mateo.

Todos soltamos una carcajada mientras tratamos de alcanzarlos.

-mamá no corras- me río

Finalmente Altagracia se mete al auto y Mao carga al perro, o más bien el perro lo carga a él.

Sé que Altagracia está realmente molesta así que decido mandar a los niños adentro y llamo a la niñera para luego subirme a la camioneta.

-¿estás bien?

-¿acaso me ves bien?, arranca Matamoros

-quería aprovechar para decirte, es que la otra semana es la inauguración de la nueva pastelería de Regina y me invitó entonces..