64.Decoración

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Altagracia



-llegó- me paro rápido

-¡Altagracia!

Hago caso omiso y corro hacia la recámara del bebé, los del servicio están metiendo todo lo que pedimos, esto es un desastre pero por fin podemos terminarla, le quise dejar todo a José Luis pero el pobre no tenía idea de como empezar y ya no podemos seguir esperando.

-mi amor, llama a los niños

-¿por qué eres tan terca?, como se te ocurre venir corriendo- digo molesto

-no nos pasó nada- intento agacharme- auch- toco mi vientre bajo

-no, nada- recojo la bolsa- siéntate, yo te paso todo

-si hacemos esto sin las niñas, no nos lo van a perdonar, llámalas- me siento

Salió de la habitación y al rato llegaron los niños, podíamos pedir a los empleados que se encargaran de todo pero quisimos hacerlo nosotros.

Puse a los gemelos a organizar ropa en el closet y Val junto a Mía se encargaron de hacer decoraciones en las paredes con pintura mientras José Luis intenta armar una pequeña repisa.

-lee las instrucciones

-ya sé como va

Decidí dejarlo e ir a ayudar a los gemelos.

-¿este mamá?

Me entrega un zapato, observo todo.

-ahí- señalo el cajón de abajo- ven- la siento en el suelo- Alex pasale los pares a Adi, tú mi amor, los pones así- le enseño- ¿ok?

-azul- señalo

-ese es verde- me río

Los dejo ahí a ambos y me dedido a organizar la ropa, ya estaba doblada así que fue sencillo.

-¡no chingues!, ya se dañó de nuevo

-¡papá!

-lo siento, olvidenlo

-Luis, te dije que leyeras las instrucciones

-tranquila, ya veremos

-mami, ¿está lindo?

Veo el dibujo en la pared.

-hermoso mi amor

-¿y si hacemos extrellas en la de allá Val?

-buena idea, trae la otra pintura

Los veo a todos y no puedo evitar ponerme sentimental.

-mami, ¿estás llorando?

-no- sollozo- estoy bien- limpio mis mejillas

Alex se acerca abrazando mis piernas, en un segundo ya estaba invadida por todos.

-¿por qué lloras?

-porque los adoro, son los mejores- sonrío

-mamá está muy sencible por lo que les expliqué el otro día pero esta vez llora de felicidad

-también te queremos mucho mucho ¿verdad?

-siii- dicen todos

-ven aquí- la beso

-ay wacala, vámonos

Reímos.

Los niños regresan a continuar con lo que hacían y José Luis sigue llenandome de mimos. Por un momento sostiene mi panza y siento un alivio increíble.

𝚂𝚒𝚗 𝙴𝚜𝚌𝚊𝚙𝚊𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora