59.Cambios

117 11 7
                                    


Altagracia

Después de dos largas semanas de estar en  la clínica hoy por fin nos vamos a casa, el "veneno" como le digo yo, que habían inyectado en mi cuerpo para que poco a poco afectara mis organos, ya no está, y aunque la recuperación ha sido tediosa, también he estado muy consentida estos días.

La demanda no tardó en llegar a oídos de los medios, tanto Edwin como los enfermeros que actuaron en complicidad están en la carcel.

-¿lista guapa?

-vámonos- agarro su mano- ¿ya te dije que te amo?

-una vez más no estaría mal- la beso

-te amo- observo sus ojos

-pero yo más

-lo sé- digo orgullosa

-vaya- alzo mis cejas- ¿y por qué lo sabes?

-me lo demuestras todos los días

Nos damos un tierno y largo beso que ya estaba tomando otras intenciones así que nos separamos y salimos del edificio, justo cuando metíamos todo al auto vemos llegar la camioneta de Camilo, saca a mi hija cargada y yo me acerco rápidamente.

-¿qué está pasando?

-tiene contracciones

Ingresamos de nuevo al hospital y se la llevan en una camilla.

-qué clase de brujería nos hizo este hospital que no podemos salir de aquí- me cruzo de brazos

-calma, esta vez es por un buen motivo, ¿qué no estás feliz de ser la abuela más hermosa del mundo?

Rodé los ojos con una sonrisa.

-ay mira quien llegó- señalo

-Roberto- saludo

-eso, corre y déjame sola- digo dramatica

-¿por qué no intentas hablar con Liz?, son consuegras

-Lizbeth para usted señor- advierto- y yo no tengo nada que hablar con esa engreida, aún recuerdo cuando se quería hacer cargo de todo lo de la boda y hasta el vestido de mi hija quería escogerlo

-contigo no se puede- niego- yo sí iré a saludarlos

-pues claro, son tus amigos de toda la vida

Me calla con un beso y se aleja en dirección a la pareja, yo les hago un gesto y me siento.

No podría explicar lo nerviosa que estoy, en realidad no me importa si es niño o niña, lo que necesito es que ambos salgan bien.

Luego de un largo rato, sale Camilo con una enorme sonrisa que por supuesto nos contagia.

-hijo habla, ¿ya nació el bebé?

-¡ya nació!

-¿y qué es?

-¿cómo están?

-¿mi hija está bien?

-calma, ambos están bien, a el bebé le están haciendo chequeos y a Moni la van a llevar a una habitación, señora, Mónica la quiere ver

-por supuesto, pero tengo que hacer algo mientras la llevan a la habitación

Salgo del hospital y conduzco a el lugar más cercano donde vendan flores, compré unas azules y un pequeño peluche de elefante.

Cuando José Luis me vio llegar se quedó anonadado.

-wow, déjame llevar las rosas

-no señor, consiguele algo tú

𝚂𝚒𝚗 𝙴𝚜𝚌𝚊𝚙𝚊𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora