Lo que aprendí escribiendo (Humilde manual de inicio a la escritura )

La vida era fácil hasta que inventaron la coma

En este capítulo pretendo mostrar más o menos el uso de la coma, el punto y coma, los dos puntos, el punto y seguido y el punto y aparte.

Coma:

La coma tiene varios usos: uno de ellos es separar una aclaración dentro de una frase.

Ejemplo: 

«Aquel verano fue, a pesar de todo, muy lindo». 

La aclaración «a pesar de todo» podría quitarse de la frase sin que ésta dejara de tener sentido.

Otro uso de la coma es darle aire a un párrafo largo.

Ejemplo: 

«María era una ama de casa de cuarenta años con dos hijos y sin trabajo ni oficio definido, que tenía miedo de quedar en la miseria si se divorciaba de Juan». 

Esta frase podría escribirse sin una sola coma y no quedaría mal, pero le damos un poco de aire para que no quede como una de las largas parrafadas que nombré en otro capítulo, y para que el lector no se nos ahogue.

Pequeña aclaración:

Cuando se escribe la conjunción «y» para unir dos frases, no se pone coma, aunque esta regla no es del todo estricta. En el ejemplo anterior, si yo hubiera escrito: «…sin trabajo ni oficio definido, y que tenía miedo de quedar en la miseria si…», habría estado bien, porque son dos frases que hablan de cosas diferentes.

Si, en cambio, la frase dijera: «María era una ama de casa de cuarenta años y con dos hijos», la conjunción «y» no estaría separando dos oraciones, por lo que en ese caso no se podría poner una coma.

Pecar de exceso a la hora de poner comas es un típico error de principiante, que por desgracia aún padezco. La forma de comprobar si nos pasamos con ellas o, por el contrario, las olvidamos por completo es leer nuestros textos en voz alta. Es efectivo, créanme.

Punto y coma:

Se podría decir que el punto y coma es un paso intermedio entre la coma y el punto, pero no sería una buena definición. El punto y coma separa dos frases subordinadas y sustituye al punto. 

Ejemplo:

«El cielo estaba muy gris;  pronto comenzaría a llover».

Las dos frases: «el cielo estaba muy gris» y «pronto comenzaría a llover» son subordinadas porque aluden al mismo tema, en este caso el clima. Podrían separarse con un punto, pero al ser dos frases tan cortas el texto quedaría muy rígido:

«El cielo estaba muy gris. Pronto comenzaría a llover».

Por supuesto que las dos formas son válidas, pero con el punto y coma el texto queda más elegante. Entre esas dos frases nunca podría utilizarse una coma, aunque podrían unirse con la conjunción «y».

Dos puntos:

Los dos puntos tienen dos usos básicos: la primera es la enumeración de objetos, y la segunda aclarar que se va a explicar algo.

Ejemplo de enumeración de objetos:

«Luego del divorcio, María planeaba llevarse varias cosas de la casa: la colección de discos de pasta de su madre, el antiguo tocadiscos en el que los escuchaba cuando podía, las fotos de familia de las que pensaba recortar la cara de su exmarido, y también a los niños».

Pobre María... 

Ejemplo del uso de los dos puntos para explicar:

«María era una buena madre: estaba atenta a las necesidades de sus hijos, y hasta dejaba de lado sus obligaciones para jugar con ellos y leerles cuentos antes de dormir».

En este caso los dos puntos indican que se va a hacer una explicación de por qué María es una buena madre. 

Recordar que la palabra que va enseguida de los dos puntos se escribe en minúscula, a menos que sea un nombre propio o cualquier otra palabra que siempre se deba escribir en mayúsculas.

Punto y seguido:

El punto y seguido se utiliza para terminar una frase y comenzar otra que tiene relación con la anterior.

Ejemplo de punto y seguido:

«María necesitaba conseguir trabajo. Para eso compró el periódico y se puso a mirar en los avisos clasificados».

Es un poco antigua María; tal vez debería buscar trabajo en Internet. Pero supongamos que no sabe. Esas dos oraciones separadas por un punto y seguido aluden al mismo tema: la búsqueda de trabajo.

Punto y aparte:

El punto y aparte sirve para separar un párrafo y comenzar otro nuevo. No voy a poner un ejemplo porque aquí hay varios, y como verán yo separo los párrafos con doble espacio para darle más aire al texto, aunque hay otros modos de separarlos, como por ejemplo la sangría, que es un pequeño espacio que se pone al principio de cada uno menos en el primero.

Ejemplo:

«María estaba harta: deseaba divorciarse y había hablado con su madre para pedirle consejo, pero la mujer le rogó que lo pensara. No deseaba verla sola. 

      Juan llegó un rato después y encontró a su esposa ceñuda, sentada en una de las sillas del comedor. La cena aún no estaba lista, y él se moría de hambre».

Se puede utilizar cualquiera de los dos métodos para separar un párrafo: el doble espacio o la sangría; pero es importante saber que nunca se usan los dos juntos.

Voy a hacer una pequeña aclaración acerca del uso de los puntos suspensivos, o tres puntos. Estos tienen varios usos, como por ejemplo cuando hay una interrupción durante un diálogo.

Ejemplo de puntos suspensivos en caso de interrupción del diálogo:

«María revolvía, concentrada, su taza de café. De pronto lanzó:

—Estoy buscando trabajo...

—¿Hay más tostadas? —la interrumpió Juan, preocupado por llenar su estómago.

—...porque quiero divorciarme».

Los puntos suspensivos entre las palabras de María, interrumpidas por Juan, indican que son una sola frase. Fuera de tema, se va a armar lío en la casa de Juan y María 😮.

El otro uso de los puntos suspensivos es para dejar una frase sin terminar, y puede indicar indecisión.

Ejemplo:

«La tostada de Juan quedó detenida entre el plato y su boca. El hombre miró a su esposa con los ojos muy abiertos:

—Pero, ¿por qué...?».

En este ejemplo se nota que Juan podría haber dicho muchas cosas después de ese «por qué», pero el uso de los tres puntos le da cierto dramatismo a la frase, e indica que Juan no supo cómo continuarla.

Como pequeño inciso final, cabe aclarar que las oraciones con signos de exclamación e interrogación no llevan punto. En el ejemplo anterior, el punto del signo ? sustituye al punto y aparte.