Cómo sacarse de encima los adjetivos

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Este capítulo tiene bastante que ver con el anterior, pero merece una entrada aparte. Es muy tentador describir a un personaje qdiciendo que es alto, delgado, guapo y exitoso, pero estaríamos entrando en un terreno peligroso: el del exceso de adjetivos.

Si yo tengo la idea mental de un hombre guapo, delgado, alto y exitoso, puedo describirlo, por ejemplo, por lo que ven mis ojos: un cabello con un corte moderno, un traje a medida, una corbata italiana y zapatos de marca, o puedo ver a ese personaje salir de un auto último modelo y que el portero de su edificio se apure a abrirle la puerta mientras él apenas responda a su saludo.

También puedo utilizar los otros sentidos: por ejemplo, recordar el aroma de un perfume costoso cuando pasa caminando a mi lado.

De mi historia «Tejiendo furia», saqué esta definición del personaje principal:

«Con el cabello recogido en una coleta, falda negra y larga, un suéter gris con rombos y zapatos sin tacón, cómodos para el trajín diario, Sara se observó en los reflejos de las vidrieras mientras caminaba, y la imagen le recordó a su anciana profesora de literatura. Pero en vez de libros o los escritos de sus alumnos que solía cargar la profesora para corregirlos en casa, ella llevaba una bolsa de supermercado de la que asomaba una baguette enorme, y el largo ramillete de hojas de un atado de puerros».

El personaje de Sara es una chica joven, madre soltera que convive con sus padres, con los que no tiene la mejor relación. En su descripción intenté plasmar la imagen de la derrota: alguien que había tenido la oportunidad de estudiar, pero que en ese momento estaba estancada en sus labores de madre y ama de casa.

En esa descripción todavía hay algunos adjetivos: la baguette «enorme», y el «largo» ramillete de un atado de puerros, entre otros. ¿Se podrían eliminar? Por supuesto. Pero en este caso no los eliminé porque quería darle un poquito más de contundencia a la desgracia de esa chica, arrastrando una bolsa de supermercado de las cuales las cosas parecían querer salirse. 

Lo que aprendí escribiendo (Humilde manual de inicio a la escritura )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora