Clichés (¡huyan de ellos como de la peste!)

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El cliché es una frase hecha; algo que ya se dijo tantas veces que todo el mundo lo conoce. Hay varios ejemplos en el capítulo de las redundancias, pero aquí van otros.

Ejemplos:

«Suave como la seda».

«Verde esmeralda».

«Te amo con todo mi corazón» o su variante, «Te amo con toda mi alma».

También se consideran clichés frases como: noches que bañan, silencios que reinan, siluetas que se recortan, el manto de la noche, lágrimas que ruedan por las mejillas, atravesar una puerta, hebras de plata, hilo de voz, macabro hallazgo, dormí como un tronco, etc etc.

La forma de darse cuenta de que uno está usando un cliché es bastante fácil, ya que por lo general es una frase que viene a la mente mientras uno escribe, y que seguramente la escuchamos o la leímos en muchos textos. 

También hay temas clichés: la chica buena que se enamora del malo y lo transforma, el chico lindo y rebelde de la prepa que se enamora de la come libros, etc etc. Esos temas se consideran cliché porque los han usado hasta el cansancio, sobre todo en novelas juveniles.

La idea es ser lo más original posible tanto en la temática que se elige como en las palabras que se usan, o por lo menos abordar los temas cliché desde una perspectiva diferente, aunque a veces no es tan fácil. Yo tengo un montón de personajes con los rostros bañados en lágrimas 🤣

Lo que aprendí escribiendo (Humilde manual de inicio a la escritura )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora