Lo que aprendí escribiendo (Humilde manual de inicio a la escritura )

La técnica del escarabajo

Esta técnica es un modo muy interesante y también eficiente para explorar las ideas que tenemos al iniciar una obra, y ordenarlas. También nos sirve para desarrollar las características de los personajes.

Lo primero que debes hacer es un gráfico, que consiste en un pequeño círculo central con líneas concéntricas alrededor; una especie de sol, digamos.

En el círculo central vas a escribir el tema o el nombre del personaje que quieres desarrollar, y en las líneas que salen como rayos, las ideas o características que se te ocurran sobre ese tema o personaje.

Por ejemplo: si quiero describir a una pareja que camina de noche por una calle solitaria, en plan romántico, puedo poner en el círculo «Paseo nocturno». Pongo ese título porque me parece que es lo que mejor abarca la situación, pero eso es optativo.

Entre las líneas voy a escribir todo lo que se me ocurre acerca de ese paseo: que la pareja camina despacio, que van tomados de la mano, que conversan, que hay luna llena, que la calle es solitaria, que pueden ver los jardines de las casas iluminados por la luna, que les ladra un perro, que hace frío, etc, etc. Cada una de esas ideas van en una línea diferente.

Como verás, pronto vas a llenar todas esas líneas alrededor del tema del paseo nocturno, y notarás que no todas se refieren a lo mismo: unas lo harán a la pareja en sí misma, otras al entorno, que puede dividirse entre la calle, las casas o el cielo, otras al clima y la otra a cosas que suceden alrededor de los enamorados, como por ejemplo, el perro que les sale a ladrar.

Si usas este mismo sistema cuando inicias una novela, puedes tomar un título (definitivo o provisorio), ponerlo en el centro del diagrama y después escribir todo lo que se ocurra. Notarás que te va a pasar lo mismo. Cuando separes cada una de esas ideas por tema, podrás ser capaz de estructurar tu historia con mucha más facilidad que solo poniéndote a escribir y ver a dónde te lleva el viento.

Ese mismo método lo puedes utilizar para desarrollar un personaje: pones el nombre en el círculo, y en las líneas todas las características que se te ocurran que pueda tener. Por ejemplo: que sea un hombre alto, de mediana edad, rubio, que no le gusten los gatos, que se vista de negro, que tenga tatuajes, que se lleve mal con su madre, que tome mucha cerveza, que trabaje por la cuenta, que su única compañía sea una tortuga de tierra, etc. Esa tormenta de ideas sobre un personaje te va a ayudar a hacerte una imagen mental de él: características físicas, personalidad, gustos, estilo de vida, familia, etc, y te va a allanar el camino cuando tengas que describir sus reacciones a medida que se desarrolla la trama de tu Historia.

Como verás, la técnica del escarabajo es muy útil, aunque no es la única. En próximas entregas voy a mostrar otro tipo de técnicas de escritura.