23 - あとでいい...

796 104 3
                                        

Después...

Cuando la alarma de Felix sonó a las seis de la mañana pasaron varios minutos antes de que la apagara. Felix sentía el sonido, podía escucharlo taladrar su cabeza, pero, por alguna razón, le costaba trabajo moverse. Sus miembros le dolían horriblemente y abrir sus ojos se sentía como una odisea.

Al despertarse por completo se dio cuenta de que aún se sentía mal, más bien, se sentía peor. El antihistamínico que había tomado no le había servido de nada así que ahora se sentía como un trapo viejo. Su garganta le ardía como si estuviera al rojo vivo y el dolor de su cabeza se sentía como una letanía de martillazos directamente sobre su lóbulo frontal.

A pesar del malestar chasqueó la lengua, frustrado.

Tenía gripe.

Y una gripe bastante fuerte.

Minho, por el contrario, se levantó con un humor bastante bueno. Había dormido toda la noche por primera vez en varios días. Se sintió con ánimos como para tomar una ducha, lavarse bien el cabello, afeitarse y vestirse adecuadamente. Con ropa planchada. No era porque estuviera particularmente feliz, pero hablar con su madre lo había ayudado a ver las cosas desde una nueva perspectiva. Después de todo, ya le había dicho a Felix lo que había sucedido, ya se habían aclarado los malentendidos. Seguir siendo un dolor de culo mutuo no le iba a ser de ayuda a ninguno de los dos. Así que podría dar un nuevo comienzo, dejar que Felix le dijera lo que tuviera que decirle, y, comenzar a tratar de entenderse. Ese era un buen plan. Y, para ello, era imprescindible empezar completamente fresco.

Pero Felix no estaba en la sala cuando él llegó.

Lo dejó ser, tal vez llegara tarde. Minho recordaba que Felix vivía bastante lejos del hospital. Solo debía dejar que pasara la mañana. Mientras tanto, tendría que seguir enfocándose en su trabajo.

Notó que Sehun tampoco andaba por ahí. Se acercó a Chris quien estaba evaluando los resultados de una tomografía junto a uno de los especialistas de la sala. Los saludó a ambos y esperó a que terminaran para charlar con Chan.

—¿Sabes dónde está Sehun?

—Lleva toda la mañana en hematología. Fue a ver si ya estaban listos los resultados del chico de la dos y, de paso, discutirlo con el hematólogo.

Minho asintió vagamente mientras se acomodaba junto a Chris en uno de los asientos del cuarto médico.

—Después de todo, debemos resolver ese asunto cuanto antes, el hospital podría enfrentar consecuencias legales por ese caso.— Chris chasqueó la lengua.— Todo por culpa del imbécil ese.

—Solo es un alumno de sexto, es obvio podría cometer un error.

—¿En serio lo vas a defender?

—Solo lo defiendo como defendería a cualquier otro alumno. Aun así, siempre recaerá algo de responsabilidad sobre nosotros por no supervisar adecuadamente su trabajo.

Chris retiró la vista. Odiaba que Minho tuviera razón en ese momento.

—¿Y a ti que te pasa? Le preguntó después de volverlo a mirar.— Luces mejor que ayer, ¿redescubriste donde quedaba el baño de tu casa?

—Muy gracioso, Chris, y no, no me pasa nada.— Minho se quitó el estetoscopio del cuello y comenzó a juguetear con él, golpeando la campanilla con la uña de su dedo índice. Chan lo miró, prestándole atención a sus gestos.

—Hay algo que te preocupa.

Minho miró la hora en el reloj de la pared.

—Ya son las diez de la mañana.

White Thrill - MinlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora