correcto...
—Espera, Felix...— Minho empujó el torso del menor. Sin embargo, este hizo oídos sordos y continuó besando su cuello, sus manos acariciando el torso desnudo del mayor, a la vez que seguía haciendo presión para caer sobre la alfombra. — ¡Qué te esperes!— Minho finalmente lo detuvo, tirando de la parte de atrás de su camiseta como si se tratara de un perro rabioso. Podía notar que Felix estaba avanzando demasiado rápido, y si las cosas finalmente iban a llegar al sexo, no podían simplemente lanzarse a lo loco.
—¿Qué sucede?— se quejó, haciendo un puchero de descontento.
Minho lo miró con seriedad.
—¿Estás dispuesto a llevar esto hasta el final?
Felix rodó los ojos, incómodo por la interrupción. ¿En serio Minho se había detenido para preguntarle eso? ¿Acaso no era obvio?
—Si por final te refieres a tener sexo contigo de una buena vez, sí, a eso me dispongo.
—Bien... ven entonces.— Minho se levantó y le extendió una mano para ayudarlo a hacer lo mismo. Felix, sin embargo, lo miró con confusión.
—¿Qué haces?
—Estás muy equivocado si pensaste que iba a dejar que nuestra primera vez fuera en el piso de mi sala.
Felix aceptó su ayuda y se levantó.
—Pues estuviste a punto de hacérmelo en el cuarto médico esta mañana.— señaló, aun algo inconforme por la interrupción.
—Es cierto, y ahora agradezco el que nos hubiéramos detenido.— tiró de la mano de Felix y lo apretó contra su cuerpo, envolviéndolo en sus brazos.— Porque ahora puedo hacértelo bien, con calma... tomarme todo el tiempo del mundo para disfrutar de ti y hacer que tú también llegues al paraíso...— dejó que su voz saliera como un grueso susurro contra uno de los oídos de Felix, a la vez que paseaba sus manos por la espalda del menor.— ¿No te gusta más así?
Felix cerró sus ojos y aspiró, profundo, buscando calmar la violenta excitación que ese último comentario le había provocado. Si Minho se lo ponía en esos términos, definitivamente no tendría el mas mínimo tipo de objeción.
—Vamos...— Minho volvió a tirar de él.
—¿Vamos a tu cuarto?
—No...— el mayor contestó con una sonrisa maliciosa.— Vamos al baño.
Felix dejó que Minho se deshiciera de su ropa, pieza por pieza. Desvistiéndolo con cuidado, descubriendo cada parte de su cuerpo como si no hubiera nada más precioso en el universo. A Felix le causó un poco de vergüenza, pero no lo detuvo ni se quejó, ya que, por encima de la vergüenza, sentir los dedos suaves de Minho recorriendo su piel era suficiente como para hacerlo llegar al cielo.
—Conque aquí estaba...— comentó el residente al descubrir el tatuaje que Felix tenía en la cara externa de su muslo derecho. Se trataba de una pequeña pluma de ave, dibujada en tinta negra y roja sobre su nívea piel.— Con razón no lo había visto. No creo que me hubiera detenido aun a detallar esta parte de tu cuerpo.
Felix permanecía de pie en medio del baño, mientras dejaba que Minho lo desnudara y lo acariciara por todas partes. Cuando solo faltaba su ropa interior, el mayor se detuvo y lo miró a los ojos.
—Vamos a igualar las condiciones.— sonrió mientras llevaba sus manos al borde de su pantalón. Sin embargo, las manos de Felix lo detuvieron.
—Déjame hacerlo yo.— Felix no supo de donde sacó el valor para hacer eso, simplemente sabía que quería desvestir a Minho también, quería poder tocarlo y ver como su piel iba apareciendo a medida que la tela cedía. El cuerpo de Minho se le hacía tan perfecto, tan precioso...
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White Thrill - Minlix
FanfictionFelix acaba de pasar por la primera ruptura de su vida. Para él, es algo demasiado nuevo, demasiado desconocido y, sin dudas, difícil de manejar. Pero, obviamente, los amigos de Felix no van a dejar que su tristeza se apodere de él. Sin embargo, lo...
