Guerra Guerra

Capítulo 7

El día 7 de diciembre tuvimos un encargo que enviar a la BAM No.5 en Zapopan,Jalisco. Eran insumos médicos que serían gestionados para el frente dese ahí y aprovechando el viaje regresaríamos a 6 cadetes del Colegio del Aire que llegaron a una capacitación y por ella situación que se vinieron con equipamiento táctico. Miguel temprano llegó y quería ver la creación de su propio ingenio, estaba satisfecho con optimizar el flujo de gases del motor con el que aseguraba que iríamos más rápido o cargar más peso. Incluir un radar efectivo con el que ya podríamos volar de noche más tiempo. Controlador de la rampa trasera desde la cabina. Además del recubrimiento de las paredes.
A las 8 de la mañana despegamos, tendríamos que durar en vuelo entre una hora con veinticinco minutos, hasta 40 minutos por cuestiones de rodeos y esperas.
Tras un rato de vuelo estábamos sobrevolando sobre el estado de Guanajuato y en eso el radar marca dos objetos extraños acercándose y Damián da la alerta pero realmente no podemos hacer nada, en 3 minutos después apareció a los costados 2 unidades del Mi-30,

aviones rusos enemigos lo que hizo que Miguel entrara en pánico, él pensaba que nos iban a matar pero los aviones enemigos hacían señas de que los seguiríamos y bajáramos. Tenía sentido porque si hubieran querido nos tiraban desde hace tiempo y ni nos daríamos cuenta.
Por la radio nos comunicamos y con un español muy torpe se oía. "Bakar". Era obvio que decía "Bajar" y pues sin otra opción descendimos a un campamento enemigo. Instruí a los cadetes que prepararan barricadas con las cajas, cuando bajáramos abrieran fuego solo si nos apuntaban o se mostraran hostiles además de que no tuvieran miedo.
Pasaron unos cuentos minutos, bajamos y abrimos la puerta de la rampa trasera. Estaba una fila de unas veinte personas con fusiles Ak-47 en el piso además de toda la equipacion militar rusa, era evidente que no era normal lo que estaban haciendo. Entre un español malo de su parte y un ruso malo de un cadete y de Miguel pudimos comunicarnos. Ellos no eran rusos, eran bielorrusos forzados a venir a combatir, se rendían para pedir asilo por ser víctimas de crímenes de guerra y si en nuestros deseos estaba bien, fusilarlos estaría bien ya que así ya no sufrirán. Nos entregarían todo lo que tenían y estaban dispuestos a lo que se necesitaría para conseguir asilo. En una junta con mi tripulación y el encargado de los cadetes determinamos que los jóvenes inspeccionarán todo el campamento en busca de gente escondida, cuando la inspección se haya hecho, pedirle a esas personas se desnudarán, todos se me quedaron viendo raro pero es más que obvio. . . Si en realidad estaban desertando tal vez con duda se desnudarían pero lo harían con el afán de huir, así nos daríamos cuenta que no esconden nada ente la ropa y así como también lo haríamos cuando se nieguen muy abruptamente. Eso les pareció muy coherente.
La inspección resultó sin novedad, al momento de hacer la solicitud de la ropa los bielorrusos se quedaron viendo mutuamente y lo empezaron a hacer, acabado uno de ellos se volteó y se ofreció como objeto sexual pero eso no está en mis propósitos.
Ordené que se pusieran sus calzoncillos y subieran al avión, se sentaron en el piso y mis cadetes los vigilaban y Damián hablaba con el controlador aéreo para dar el estatus y la ubicación, el equipo que nos estaba buscando sabría a donde llegar, unos 30 minutos. . más tarde arribaron dos helicópteros "Cougars"

y la persona a cargo quería eliminar de la faz de la tierra a los rehenes que nos habían secuestrado. Irónico. Tras explicar sus declaraciones accedieron a refugiarlos. Total teníamos 4 aviones Su-30 (había dos más de los que nos interceptaron) piezas para su mantenimiento, alimentos, armas y lo más importante una línea auténtica de comunicación rusa que permitiría saber que piensan. Los ahora refugiados bajaron de nuestro avión para ser atendidos por la tripulación de los helicópteros y nosotros continuaríamos con nuestra actividad.

Llegamos hasta las 10:40 de la mañana, tal vez un poco antes y se hizo la descarga, toma de declaración y re abastecimiento de la nave para regresar a Santa Lucía. A las 12:00 iniciamos el regreso y lo hicimos en tiempo. Cuando llegamos Miguel me dijo:
-Fácil, creo qué tal vez podría hacer esto.
Le di un golpe en la cabeza.
- Sí esos aviones hubiera querido disparar tú y yo no volveríamos a ver a nuestra familia- le dije molesto - esto no es un juego.
Entró Miguel en razón tal vez porque recordó el horror cuando nos interceptaron.
Pasamos al hangar para platicar con la "familia".
Empezamos a hablar todos los que estábamos del escuadrón de temas varios cuando el sonido del que nadie quiere oír en la Base se escucha. Un timbre. "tun". La voz de la operadora apareció:
"Máquinas 616,611 han sido confirmadas como baja".
Todos en el hangar nos empezamos a abrazar, eran dos de los nuestros. Miguel ya entendía a más detalle lo peligroso de mi trabajo y lo que es la guerra. Poco a poco miembros de otras agrupaciones venían a darnos unas palabras de aliento, más porque éramos el único escuadrón hasta el momento que estaba activo en la guerra que no había sufrido bajas ni daños de combate.
Al día siguiente tapamos el mural que tenía el hangar del emblema del escuadrón con una cortina negra y nos rehusamos a usar esa rodela en el uniforme salvo al estar frente a un superior. Era el duelo de perder a Guzmán, Martínez, Escalante y Macías.
Pasada una semana llegaron en camiones eso Su-30 secuestrados para hacerle ingeniería inversa y ver qué se podría hacer para usarlos en nuestro benéfico y eso se trató con sumo secretismo para no hacer sospechas a los rusos y no llamar la atención de los estadounidenses que ya estaban negociando darnos aviones F-16.