Capitulo 7

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En un momento de la fiesta se comenzaron a dispersar Momo le pidió a Shoto que bailaran así que se fue con ella, Eijiro estaba coqueteando descaradamente con Denki, Izuku se excusó un momento y fue al sanitario, cuando salió de los lavabos fue a un pequeño jardín donde no había nadie en ese momento.

Su mente divagaba entre lo que encontró en la mansión y lo que le acababan de contar sus nuevos amigos.

—Luces preocupado — Bakugo se acercó al omega

—Yo... no — suspiro, decidió que podía confiar en el cenizo y le conto lo de sus extraños sueños, el retrato que encontró y también sobre el mensaje

Bakugo escuchó atentamente la historia de Izuku, frunciendo el ceño ocasionalmente mientras procesaba la información. Al finalizar, se cruzó de brazos y miró fijamente al peliverde.

—Es bastante extraño, ¿no crees? —comentó Bakugo—. Y esa carta... "G". ¿Tienes idea de quién podría ser?

Izuku negó con la cabeza. —No tengo ni idea. Pero algo en todo esto me hace sentir que hay algo más detrás de la fachada de esta sociedad. Algo que quizás tenga que ver con mi familia, o incluso conmigo.

Bakugo asintió, mirando alrededor para asegurarse de que nadie los escuchara. —Puede ser peligroso meternos en esto, pero si quieres podemos investigar solo tenemos que ser discretos.

—Gracias Bakugo.

—Llamame Katsuki

—Está bien, Katsuki. Entonces llamame Izuku.

Katsuki asintió —Bien, Izuku. Le pedí permiso a tu tío el día de mañana de una salida a una galería de arte, supongo que cuando regreses a la mansión te comentara al respecto.

—Perfecto, Katsuki — Le mostro una hermosa sonrisa que dejo al cenizo con una cara boba momentáneamente en su rostro. Ambos parecían tener una extraña conexión y cualquiera podía verlo.

A la distancia unas personas miraban la escena con mucho interés, tal vez no sabían de que hablaban, pero eso era lo que menos importaba para ellos, su único interés era el peliverde

—¿Estás seguro de que es él? — pregunto misteriosamente una de las personas

—Sí, no hay duda. Ese es Izuku Midoriya, el sobrino del señor Yagi. Es el hijo legítimo de Hisashi e Inko Midoriya, solo ve el gran parecido que tiene con la difunta Inko.

—Bien, ¿Cuándo procederemos a secuestrarlo?

—Pronto — respondió la otra persona se puso de pie y salieron ambos del lugar.

El sonido de los zapatos sonó por el suelo de aquella oscura mansión una de las dos personas que vigilaban al peliverde iba en busca de su señor para informarle. Toco suavemente la puerta del despacho y espero a que le dieran la señal para entrar

—Señor — saludo con media referencia a la persona detrás del escritorio — hemos confirmado que el ultimo heredero de los Midoriya está vivo y se encuentra aquí en Londres.

—¿Es así? —respondió una voz grave y profunda desde el interior del despacho.

—Sí, señor. Lo hemos identificado claramente. El joven se llama Izuku Midoriya y es el sobrino del señor Yagi. Además, tiene un gran parecido con la difunta Inko Midoriya.

El hombre detrás del escritorio sonrió satisfecho. —Excelente. Ha llegado el momento de poner en marcha nuestro plan. Asegúrate de mantener vigilado al joven Midoriya en todo momento. No podemos permitir que se escape antes de que estemos listos para actuar.

—Entendido, señor. Nos aseguraremos de que no se escape.

Con esas palabras, la figura misteriosa abandonó el despacho y se sumió nuevamente en las sombras de la mansión.

Al día siguiente, Izuku se preparó para la salida a la galería de arte con Katsuki. Tsuyu y Ochaco lo ayudaron a vestirse adecuadamente, asegurándose de que estuviera presentable para la ocasión. El peliverde se sentía emocionado de pasar tiempo con Katsuki realmente había algo en el cenizo que hacía que confiara plenamente en él y sentirse seguro.

—Izuku hijo — llamo su tio — te ves radiante como siempre — comento con una enorme sonrisa en su rostro

—Gracias tio — agradecido con una enorme sonrisa en su rostro

—Veo que te emociona mucho el encuentro con el joven Bakugo

—Yo... — el peliverde se puso muy rojo y desvío la mirada, lo que provocó que él mayor soltara una carcajada

—Desde el primer día he visto tu interacción con el joven Bakugo, considero que sería un buen partido para ti, ¿Te interesa el joven de esa manera?

Izuku se ruborizó aún más, pero asintió tímidamente. —Sí, tío. Me gusta Katsuki, es alguien en quien confío y me siento cómodo a su lado.

El tío Yagi sonrió y le dio una palmada en el hombro. —Me alegra escuchar eso, Izuku. Solo asegúrate de ser honesto contigo mismo y con él. Te pregunte porque los padres del joven Bakugo me pidieron una reunión para hablar con nosotros sobre posibles planes de compromiso.

Izuku asintió, agradecido por la comprensión de su tío. Se preguntó cómo sería la reunión con los padres de Katsuki, pero por el momento, estaba emocionado por la salida a la galería de arte.

Katsuki llegó puntualmente y ambos salieron, solo que no fueron a la galería de arte como había comentado Katsuki, el carruaje de los Bakugo los condujo a la iglesia de san Pancracio (St. Pancras Old Church).

—¿A dónde nos dirigimos Katsuki? — pregunto sorprendido el peliverde al notar que no iban rumbo a la galería de arte

—Perdona por mentir, bueno al inicio no era una mentira, pero después de lo que me platicaste ayer creí que podíamos visitar la tumba de tus padres en el cementerio que está en la iglesia de San Pancracio, creo que podemos intentar averiguar algo en ese lugar — comento

Izuku asintió, agradecido por la sinceridad de Katsuki. Aunque la idea de visitar la tumba de sus padres le generaba cierta melancolía.

—La verdad, es que no recuerdo nada de mis padres, sé que era muy pequeño cuando ellos murieron y fui enviado inmediatamente a Norwich — comento con tristeza el omega que a pesar del parche que traía un ligero rastro de su aroma cargado de tristeza

Katsuki no pudo contenerse más y abrazo al omega, quien, aunque se sorprendió un poco del contacto se sintió tranquilo y también sintió levemente ese aroma que desprendía el cenizo y como lo lograba calmar.

—Lo siento, Izuku. No debí presionarte para hablar de esto si no te sientes cómodo. Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, ¿de acuerdo?

Izuku sonrió y devolvió el abrazo. —Gracias, Katsuki. Realmente aprecio tu apoyo.

Llegaron a la iglesia de San Pancracio, un lugar tranquilo y sereno. El cementerio estaba adornado con antiguas tumbas y cruces de piedra. Katsuki guió a Izuku hacia la tumba de los padres del omega.

—Aquí están —musitó Katsuki con respeto, leyendo los nombres en la lápida. "Hisashi Midoriya e Inko Midoriya. Que descansen en paz."

Izuku se arrodilló frente a la tumba, sintiendo una mezcla de tristeza y nostalgia. De repente, una figura misteriosa se acercó a ellos desde la distancia. Era un hombre alto, vestido de manera elegante y con un aire de autoridad.

—Lo siento por la interrupción, señores — dijo el hombre con una inclinación de cabeza. — Soy Aizawa, el encargado de este cementerio. ¿Puedo ayudarlos en algo?

—Buscamos información sobre las personas que están enterradas aquí, ¿cree que podamos ver el registro?


ENTRE MASCARAS Y CORAZONES (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora