ENTRE MASCARAS Y CORAZONES (Omegaverse)

Capitulo 8

Aizawa frunció el ceño ligeramente, como evaluando la situación. Sin embargo, asintió después de unos segundos.

— Claro, pueden seguirme a la oficina. Les proporcionaré acceso al registro — comentó con seriedad.

Izuku y Katsuki siguieron a Aizawa hasta la pequeña oficina en la entrada del cementerio. Una vez allí, les mostro el registro del entierro de los padres del omega.

— Hisashi e Inko Midoriya. Fallecieron en un accidente hace trece años, Hisashi e Inko eran personas respetadas en la comunidad. No se conocían demasiado sus antecedentes, pero eran queridos por aquellos que los conocían.

—¿Accidente? —preguntó Izuku, frunciendo el ceño. La información no coincidía a él le dijeron que murieron por enfermedad.

—Sí, un accidente de carruaje. Fue una tragedia. Pero sus restos descansan aquí en paz —respondió Aizawa con un tono respetuoso.

Izuku asintió, agradeciendo la información, aunque seguía sintiendo que había algo más detrás de la historia de sus padres. Katsuki, por su parte, miraba fijamente el registro, como si buscara algún detalle adicional.

—Gracias por su ayuda, señor Aizawa. Lo apreciamos mucho —expresó Katsuki con educación.

—Si necesitan algo más, estaré por aquí —agregó Aizawa antes de retirarse.

Izuku y Katsuki salieron de la oficina, y el peliverde se encontraba sumido en sus pensamientos. Katsuki notó la expresión preocupada en el rostro de Izuku y lo abrazó suavemente.

—No encontramos respuestas claras, pero al menos ahora sabemos un poco más sobre tus padres.

—No comprendo porque me mintieron durante todos estos años — comento cabizbajo — mis padres murieron por un accidente y no por enfermedad como siempre se me dijo

—¿Por qué no le preguntas a tu tío tal vez pueda decirte la verdad? — pregunto el Alfa viendo la mezcla de emociones que el omega sentía en ese momento.

—Tienes razón, intentaré hablar con él esta noche — aseguro

—Bueno, vamos a la galería de arte aunque sea solo a ver la entrada — bromeo el Alfa — si alguien sospecha que no fuimos a la galería de arte nos podemos meter en problemas — Ofreció su brazo al omega y este con confianza enlazo el suyo, salieron del cementerio.

Al atardecer Katsuki acompaño al omega a la mansión Toshinori donde se despidieron. Prometiendo verse en la fiesta que organizaron los Todorokis que será en dos días.

—Descansa Zuzu — se despidió el Alfa tomando la mano del omega y depositando un suave beso en el dorso de esta.

Izuku asintió con una sonrisa y se despidió de Katsuki. Entró a la mansión, encontrándose con la mirada curiosa de Ochaco y Tsuyu, quienes lo estaban esperando en el vestíbulo.

—¿Cómo estuvo la salida con Bakugo, Izuku? —preguntó Ochaco con una sonrisa pícara.

—Fue diferente a lo que esperaba, pero estuvo bien.

—Es bueno escuchar eso señorito — comentó Tsuyu — el señor Yagi lo espera en su despacho — agrego

Izuku agradeció a las mucamas y decidió ir a buscar a su tío, cuando entro en el despacho decidió que iba a aprovechar para preguntarle por sus padres, pero sus planes cambiaron drásticamente por lo que hablo su tío.

—Izuku, hijo, ¿Cómo te fue con el joven Bakugo? — pregunto

—Muy bien me agrado estar con él

—Es bueno escuchar eso, mi muchacho mañana iras a una fiesta organizada por Shigaraki, son meras formalidades, pero es bueno que sigas conociendo gente importante.

—Como desee tío — comento resignado

Yagi notó el semblante de su sobrino — Mi muchacho solo disfruta las fiestas no me vas a negar que has conocido a gente importante — agrego con cariño — Por otro lado, quería darte esto.

Señalo una caja que estaba colocada en su escritorio. Izuku se acercó a la caja con curiosidad y la abrió cuidadosamente. Dentro encontró varios retratos de sus padres y de él de pequeño una pizca de tristeza se dibujó en el semblante del omega.

—Espero que estos retratos te traigan buenos recuerdos, Izuku. Aunque no esté en posición de decirte toda la verdad, quiero que sepas que siempre he querido lo mejor para ti.

Izuku agradeció a su tío con una sonrisa, aunque en su corazón seguía la inquietud por la verdad sobre la muerte de sus padres. Decidió guardar los retratos con cuidado y luego se despidió de su tío para retirarse a su habitación.

Esa noche, antes de dormir, Izuku observó los retratos con nostalgia. La imagen de sus padres le recordaba el amor que alguna vez compartieron, aunque sus recuerdos eran muy vagos. Quería descubrir que es lo que su tío le dijo entre líneas hace rato "Aunque no esté en posición de decirte toda la verdad, quiero que sepas que siempre he querido lo mejor para ti"

A la mañana siguiente se despertó sintiéndose muy cansado, cada día sentía que no podía dormir bien, durante el día se la paso en la habitación leyendo sobre los brujos de sangre, eran personas que estaban obsesionadas con la magia oscura y para hacerse más poderosos necesitaban obtener la sangre de ciertos humanos, principalmente de aquellos con habilidades especiales. La idea de que Whitechapel estuviera siendo acechada por un brujo de sangre le preocupaba, especialmente después de lo que había escuchado en la fiesta.

Unas horas antes de la fiesta en la mansión Shigaraki, Ochaco y Tsuyu ayudaron al peliverde a vestirse para la ocasión, cuando estuvo listo un carruaje paso por él ya que su tío no iría a esa reunión.

El carruaje lo llevó a la mansión Shigaraki, donde ya se llevaba a cabo la fiesta, fue recibido por el mayor de los Shigaraki, que seguía sin gustarle la forma en la que lo miraba.

—Es un honor para nosotros tenerte en esta fiesta Midoriya — saludo el mayor

—Muchas gracias por la invitación — saludo de manera cortes

—Mi hijo Tenko hablo maravillas de ti y espera que logren pasar tiempo juntos y se conozcan, no siempre tenemos a un hermoso ejemplar de omega en esta sociedad

El tono que utilizo molesto al omega, Izuku mantuvo la compostura y respondió con cortesía, aunque por dentro se sentía incómodo con el comentario del mayor Shigaraki. Se adentró en la mansión, donde la fiesta estaba en pleno apogeo. La elegante decoración y la música en vivo creaban un ambiente festivo.

Intentaba pasar desapercibido había notado que no conocía a nadie y no le agradaba esa sensación.

—Hola, pequeño Omega — saludo Tenko con una voz que le causo escalofríos al peliverde.

—Hola, Tenko. Gracias por la invitación a la fiesta —respondió Izuku con cortesía, aunque manteniendo cierta distancia.

—No tienes que agradecer. Le pedí a mi padre organizar esta pequeña reunión para que pudiéramos platicar más a gusto sin interrupciones innecesarias — comento mientras se acercaba peligrosamente al peliverde quien se hizo para atrás chocando con una pared.