Capitulo 17

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—No me malinterpretes, Chizaki le inyecto un elixir al omega, para mantenerlo en ese especie de letargo y que no complicará el ritual, además ese elixir tenía un hechizo de distancia, así que mientras siga bajo el efecto del elixir no podrá salir del perímetro del castillo.

—¿Qué demonios quieres, bruja? —preguntó Katsuki, manteniendo a Izuku protegido en sus brazos.

—No estoy aquí para pelear contigo, Bakugo. Le debo un favor no cumplido en el pasado a ese omega, por lo que estoy de tu lado, quisa no me recuerdes, pero yo intenté ayudarte a ti y a Deku hace doscientos años sin éxito, no quería que el joven hechicero se sacrificara, pero no pude evitarlo. Mi lealtad siempre ha sido una fachada, y esta es mi oportunidad para saldar esa deuda. Además, no estoy dispuesta a seguir siguiendo a Chizaki y sus absurdas ambiciones.

— ¿Cómo puedo saber que no estás jugando conmigo? —preguntó con desconfianza.

— No tienes razón para confiar en mí, pero si quieres sacar a Izuku de aquí, necesitarás mi ayuda, soy la única que sabe cómo romper el hechizo.

—Entonces, ¿cuál es tu plan? —preguntó Katsuki, sin bajar la guardia.

—Solo hay dos opciones príncipe, la primera es esperar que efecto termine y eso será en aproximadamente veinticuatro horas o que lo marques en este momento

La idea de esperar veinticuatro horas le resultaba inaceptable; no podía permitir que Izuku estuviera en peligro durante tanto tiempo. Por otro lado, la sugerencia de marcarlo tan poco era concebible, no marcaria a su omega a menos que estuviera consciente y él lo hubiera aceptado. No podía simplemente tomarlo aprovechando la situación y marcarlo.

— No marcaré a Izuku sin su consentimiento. Esperare las veinticuatro horas si es necesario. —declaró Katsuki.

Nagant asintió, aparentemente satisfecha con la respuesta.

— Muy bien, príncipe. Pero ten en cuenta que Chizaki no se quedará de brazos cruzados. Seguro vendrá por ustedes cuando recupere algo de fuerza. —advirtió

— No me importa, enfrentaremos cualquier amenaza que venga hacia nosotros, ese bastardo ya ha hecho mucho daño no permitiré que vuelva a tocar a mi omega.

Se formo un silencio en ese momento, se escuchaba el eco de la pelea, en un momento el lugar comenzó a temblar y el ambiente se volvió muy pesado, un grito furioso se escuchó a lo lejos.

—¡Chizaki viene para acá! — hablo Nagant colocándose entre Katsuki y Chizaki.

El brujo de sangre se veía diferente sus facciones ya no eran tan humanas, sus ojos antes dorados estaban inyectados de rojo, su cuerpo estaba envuelto en una oscura aura. Chizaki avanzó hacia ellos con una velocidad impresionante y estaba sediento de venganza.

—¡Maldita traidora! —rugió Chizaki, al ver a Nagant interponerse—. No permitiré que te interpongas en mi camino.

—Busca a tus aliados príncipe, yo lo detendré lo más que pueda - Nagant sabía que no podía hacer mucho pero también estaba consciente que el Alfa no iba a dejar a su omega con ella para pelear, en la situación en la que estaba el único que podía vencer al Líder era Katsuki.

Bakugo observó la pelea quería buscar a sus compañeros para dejar a su omega con alguien de confianza, pero no sabía dónde estaban por la pelea, además Hanta y Eijiro se suponía estaban enfrentando a Chizaki y si él estaba aquí muy probablemente los venció. Solo había una solución en ese momento para él, así que chiflo muy fuerte.

Al poco tiempo cinco grandes lobos grises aparecieron, eran Dynamight, Deku, Red Riot, Pinky y Charge Bolt, dejo al omega en medio de los lobos y les ordenó protegerlo. Los lobos se posicionaron estratégicamente alrededor de Izuku.

Katsuki, estaba sediento de venganza, quería llevar a su omega a un lugar seguro, pero al ver toda la situación era claro que podría ir lejos hasta que acabara con el causante de todo.

Se dice que, desde tiempos inmemoriales, los vampiros han sido seres poderosos y misteriosos, con el paso de los siglos se han vuelto más fuertes y su control sobre la sed de sangre mejoró, se decía que la única manera de que un vampiro estuviera satisfecho era con la sangre humana, pero eso no era cierto, un vampiro puede sobrevivir e incluso ser más fuerte con sangre de cualquier animal, además el nacer como Alfas u obtener las características de uno les daban más fuerza.

El gran príncipe de los vampiros era prueba de ello, y hoy después de doscientos años lograra derrotar a la escoria que le arrebato una vez al amor de su vida, a su omega destinado, se quitó los parches para dejar que su aroma penetrante llenara el ambiente, sus ojos se volvieron aún más rojos y penetrantes de sus labios comenzaron a asomarse un par de colmillos afilados, su piel se volvió más pálida y su aura era igual de poderosa que la de Chizaki.

—¡Chizaki, eres un maldito desgraciado! —gritó Katsuki al tiempo que corría para lanzarse contra el brujo de sangre justo cuando había derrotado a Nagant.

— ¡No puedes vencerme, príncipe de los vampiros! —gritó Chizaki, desafiante.

— ¡Lo veremos, maldito brujo! —respondió Katsuki, lanzándose contra el brujo.

Fue una intensa batalla donde el poder mágico de Chizaki era increíblemente poderoso pero la determinación de Katsuki por derrotarlo era igual de increíble, Katsuki notó una abertura en la defensa de Chizaki y no dudó en aprovecharla. Con una ráfaga de velocidad y fuerza sobrenatural, se lanzó hacia el brujo de sangre, clavando sus colmillos en la yugular de Chizaki bebiendo de su sangre y debilitándolo rápidamente. Chizaki intentó resistirse, pero la fuerza del vampiro fue superior.

Chizaki finalmente dejo de moverse, le habían drenado toda la sangre de su cuerpo, Katsuki, con su rostro y ropa manchados de la sangre del brujo, se levantó triunfante.

—Nunca debiste tocar a mi omega, escoria —escupió Katsuki, mientras observaba el cuerpo inerte de Chizaki.

El ambiente se volvió más tranquilo los brujos de sangre que presenciaron la caída de su líder se rindieron, muchos habían muerto en batalla y los sobrevivientes fueron llevados a las mazmorras del castillo, donde los cazadores y los vampiros decidían que hacer con ellos.

Katsuki se acercó al omega que seguía inconsciente, pero la luz que emanaba de él comenzó a disminuir al punto de desaparecer como si supiera que el peligro ya había pasado.

—Izuku, despierta, por favor —susurró Katsuki, visiblemente preocupado.

Los demás vampiros y cazadores se acercaron, observando la escena con cautela, Nagant había dicho que el hechizo duraría un día más, y no había nada que hacer.

Cargo al pequeño peliverde y lo llevo al interior de castillo, buscaba un lugar cómodo para él, se sentía frustrado de tener que esperar a que pasara el efecto para que el despertara.

Dentro del castillo, Katsuki llevó a Izuku a una habitación tranquila y lo colocó con cuidado en una cama. Observó al omega con preocupación, deseando que despertara pronto. Eijiro y Hanta aunque heridos iban tras él


ENTRE MASCARAS Y CORAZONES (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora