¨Suena la intro de Breaking Bad"
Walter White tenía cáncer. La condición de Walter afligía a toda su familia. Él, su esposa y su hijo contaban las monedas para poder pagar el costoso tratamiento que Heisenberg necesitaba. No lo dije antes pero Walter White se llama a si mismo Heisenberg, era como su nombre de súper héroe. Walter White Heisenberg (O W.W.H. para abreviar) necesitaba dinero y su trabajo diurno en la secundaria J. P. Wynne no pagaba lo suficiente; por eso, cuando descubrió cuanta pasta podía hacerse en el mundo de los narcóticos, no lo dudo dos veces, de noche tenía que cocinar metanfetamina con su antiguo alumno Jesse Pinkman (El cual no tenía ningún pseudónimo de súper héroe).
Su imperio criminal apenas empezaba. Si querían conseguir dinero había que ampliar la infraestructura. En el presente, su red consistía en unos amigos de Jesse que movían "la mercancía" (drogas) y su abogado, que encubría los problemas legales que pudieran surgir (Que considerando el carácter criminal de sus actividades, eran muchos).
Walter White Heisenberg (W.W.H.) producía kilos y kilos de metanfetamina sin parar, era uno de sus poderes, hacer toneladas de droga. La oferta y demanda eran altísimas, pero Jesse y sus amigos no tenían el poder de vender tanta droga; eran un cuello de botella que enlentecía la operación. Si querían sacar el máximo provecho a su trabajo y ganar infinitos dólares, requerían de alguien con una gran red de distribución. Nada de eso no era importante en ese momento; W.W.H. (Walter White Heisenberg) estaba dando una clase de química.
-Bueno clase, ¿Alguien sabría decirme que es esto?
W.W.H.(Walter White Heisenberg) señaló a una botella con líquidos químicos de muchos colores. Un alumno somnoliento se despabiló y le contestó.
-A quien carajo le importa. O sea, de verdad, a quien verga carajo le importa nada de esto, la química es una verga profesor, no sirve de nada y no le importa a nadie. Preferiría una clase en la que me partan las piernas antes que esto. Me dan ganas de vomitar por el olor a culo que tienen esos frascos. Esto es una Mierda Walter y ojala me muera antes de seguir escuchando su clase.
El alumno lo insultó durante la siguiente hora. Walter (W.) intentó seguir enseñando, ignorando las lagrimas en sus ojos. Entre insulto e insulto le tiraban lápices, cada tanto le metían la traba y le dibujaban pitos en la nuca. Walter solo podía fantasear en lo que haría cuando consiguiera el metálico suficiente: asesinar a todos sus alumnos; No seria la primera vez que mataba a alguien. Mientras pensaba en matar a menores de edad, un alumno le tiro un balde de ácido sulfúrico en la espalda. Walter siguió como si nada con quemaduras de 3er grado en su piel, fingiendo que nada de eso le dolía ni física ni espiritualmente.
Al terminar la clase se quedo solo en el aula, secando el ácido de su espalda y las lagrimas de su cara. Walter se puso sus airpods y escuchó su disco favorito, Enter the WuTang (36 Chambers). No entendía todas las letras, pero entendía la esencia. El disco hablaba de un equipo bien aceitado que buscaba dinero por sobre todas las cosas, como en la canción C.R.E.A.M. Cash Rules Everything Around Me. Nada era más real, el dinero era lo que dominaba el universo, era la ley universal y WuTang lo entendía. Mientras él escuchaba las sucias letras de rap de Raekwon en Da Mistery of Chesboxing, comenzó a mirar una bolsa de metanfetamina azul que cocino la noche anterior; le gustaba llevarla de paseo a lugares públicos. Se la quedó mirando un rato, como en trance, como si ese cristal le permitiera ver "más allá". Quizás veía en él todas las posibilidades que iba a traerle a su familia, no más deudas, no más problemas, un salvavidas para cuando muriera, mayordomos robots, quien sabe.
Mientras W.W.H. (Walter White Heisenberg) guardaba sus cosas para irse, un hombre entró al aula sonriendo y mirando a sus alrededores con curiosidad. Su sonrisa era naive, como la de un niño que ve el mundo por primera vez, pero su mirada denotaba madurez, seriedad, cansancio, un atisbo de oscuridad entre sus aires de inocencia.