28
Si antes sentía la muerte rondándome, hoy me estaba casi asfixiando de lo cerca que estaba. El miedo cada vez era más intenso. Yo quería salir viva de esta, pero cada vez lo veía más difícil. Si yo no podía salir viva, al menos tenía que intentar que mi novia sí lo hiciera.
—Dame a Selene y te doy el trono, Reruy —supliqué. Tenía que intentar salvarla.
—Elara, pequeña. Qué fácil es hacerte cambiar de opinión —se burló—. Hace unos meses. Qué rápido pasa el tiempo, ¿no crees? —asentí con ira. Necesitaba una respuesta urgente, no sus jueguitos— Estabas diciendo que el trono era tuyo y ahora... no.
—Selene es más importante que un trono. Lamento decepcionarte, pero no todos pensamos solo en las cosas materiales.
No voy a negar que me gustaría tener a Selene, pero si tenía que escoger, obviamente la escogería a ella sin pensarlo y le diría adiós a mi corona.
—Qué cursi. Se nota que no te crie yo.
—Y lo agradezco, créeme. Nadie desearía ser criado por un ser tan despreciable como tú —añadí—. Te odio.
Una carcajada salió. Mi ira contra él aumentó.
—Y bueno... ¿qué opinas de mi propuesta? —le recordé.
—En realidad, es una increíble propuesta, pequeña Elara —odiaba que me dijera así, pero en este momento solo quería la vida de Selene, así que me contuve—... solo que no puedo aceptarla porque Selene no está viva.
Esas palabras fueron como miles de agujas penetrando mi piel. Si quería destruir todo de mí y hacerme explotar, lo había logrado. Esas palabras tenían que ser una vil mentira. Selene no podía estar muerta, ella era más inteligente que ellos. Más astuta. Ella tenía que haberse escapado.
—¡MENTIRA! —grité.
Las paredes temblaron y descubrí lo poderosa que me había vuelto. Reruy iba a morir porque yo era invencible ahora.
Mis ojos se tornaron rojos y lo miré con detenimiento, canalizando toda mi energía. Imaginé su cabeza explotando, pero nada.
—No va a funcionar. Soy como tú. Soy un tricéfalo y mucho más antiguo que tú, Elara. Tú apenas estás aprendiendo a controlar tus poderes.
Mis esperanzas cayeron al suelo. Si ese maldito era igual de poderoso o más poderoso que yo, estaba perdida. No podía ganarle.
—¡HIJO DE PUTA! —le volví a gritar.
Él se levantó de la mesa en la que estaba sentado, levantó su mano hacia mí y me lanzó con fuerza contra una pared.
El golpe fue bastante fuerte y me hizo sangrar, pero eso no me detuvo. Mi rabia aumentó aún más. Me levanté y caminé hacia él, pero volví a ser lanzada. Este juego iba a ser imposible de ganar.
—¡LUCIFER! —los gritos se habían vuelto mis mejores amigos— ¡AYUDA!
—Tu señor oscuro no puede contra mí. Solo un tricéfalo puede llegar a ser el verdugo de otro y yo soy el tuyo.
Reruy se distrajo y yo aproveché ese momento para levantarme, caminar hacia él y empujarlo con la telepatía, haciéndolo caer por una ventana. Yo salí volando por esa misma ventana para aprovechar ese momento de vulnerabilidad.
Al llegar al suelo, mientras él se estaba levantando, volví a arrojarlo y comencé a lanzarle puños, usando mi poder de fuerza. Parecía que este se había intensificado por la rabia. Reruy empezó a sangrar de forma descontrolada.
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Colmillos Y Sombras: Nueva Especie ©
VampireNada es lo que parece en la vida de Elara. Ha empezado a desarrollar nuevos poderes que nunca había tenido y debe descubrir la razón.