Isaac
Estaba nervioso.
Bueno, debo admitir que desde antes de nacer ya estaba nervioso. Toda mi vida he sido un manojo de nervios. Pero ahora es diferente, es nivel de nerviosismo agradable, hasta cierto punto. Han pasado dos días desde que le pedí una cita "falsa" a Nico. Tuvimos que posponerla; su tía se enfermó y yo no me sentía muy bien.
Y hoy es el día.
¡HOY ES EL DÍA!
Quedamos en que lo pasaría a buscar por la tarde, tipo tres y media. Faltaban tres horas y seguía sin elegir algo decente. Busque como loco lugares para que esta cita fuese épica y se diera cuenta de mis sentimientos, pero no quería presionarlo.
Luego de hablarlo con mamá y que se riera en mi cara por unos veinte minutos, me ayudó. Me dijo que debía ir a un sitio especial. Algo que fuese "nuestro" o cualquier lugar que quisiéramos volverlo nuestro. Lo pensé, demasiado diría yo, hasta que descubrí que ya teníamos ese lugar. Me asegure que estuviese abierto y cuánto nos demoraríamos en llegar. Tengo mi ropa esparcida por toda la cama, no puedo llamar a mi tía, tiene un pésimo gusto y me haría perder mi tiempo.
Puede que esté más nervioso de lo normal, pero realmente quiero que esto salga bien.
He tratado de todas las formas posibles para que Nico se diera cuenta de mis sentimientos; decirle que sentía celos, dedicarle una playlist con las canciones de Taylor Swift, casi besarlo, ponerle un apodo único, etc, pero no hay forma que lo entendiera. No me sorprende, ese chico es más despistado que cualquier otra cosa. Me llega a dar risa y estrés. Puedo ponerme un letrero gigante que diga "NICO, ME GUSTAS" y no entendería.
Pero como dicen; cosechas lo que siembras.
Yo sembré mentiras y coseché más mentiras. ¿Así era? Como sea, no soy bueno con esto. Como decía, nuestra relación se basa en "fingir" ser novios para que otras chicas no se me acercaran y nunca pensé que ese despistado chico llegaría a gustarme de tal forma. Ahora debo buscar maneras para convencerlo de que si es verdad lo que siento. Será difícil, pero no imposible. Eso espero.
Me canso de no encontrar nada y marco el numero de una persona en la cual puedo confiar y conseguir ayuda.
La llamada se contesta rápido y el rostro cansado de mi hermana mayor aparece en pantalla, su cabello negro cae por sobre sus hombros y sus grandes ojos avellanas me observan con sospecha, se coloca sus lentes.
—¿Que haces llamándome?
—¿Acaso un hermano no puede llamar a su hermana favorita? —finjo inocencia.
—Si quieres un favor, la respuesta es; NO.
—Ni siquiera sabes lo que voy a pedir.
—¡Ajá! Así que si me llamabas para pedirme un favor —sonríe victoriosa—. ¿Que quieres, mocoso?
Volteo la cámara y le muestro mi desorden.
Tengo toda la ropa en la cama; chaquetas, abrigos, pantalones, camisas, poleras, cortavientos, etc. Incluso la ropa que mamá me trajo, todo se encuentra revuelto. Llevo intentando elegir algo por más de dos horas y nada logra gustarme. Si, cuando lo elijo, en mi mente llega a funcionar, pero cambia cuando me lo pruebo y miro al espejo. Siento que nada combina o algo le falta y comienzo de cero. Así, una y otra y otra vez.
ESTÁS LEYENDO
La teoría de cómo amar. #pgp2024
Teen FictionCuando un accidente trunca las oportunidades de Isaac de convertirse en una de las mayores estrellas de la natación y le quita toda esperanza, su vida se viene cuesta abajo, siente que, con cada terapia, le arrancan un trozo de su alma, arrebatándol...