Nico
—Me estas mareando —Josefina se queja. La miro y sigo caminando de un lado a otro, intentado calmar mis nervios—. Ya quédate quieto.
—Lo intente, no funciono.
—¿Que te pasa?
La quedo mirando.
—No pienso decirte nada más —me mira confundida—, la última vez que lo hice, le dijiste a mi novio que quería hacer algo indecente.
Suelta una risa.
—¿Y la mentira donde está?
Ruedo los ojos.
—Te detesto —sigo con mi recorrido. La cafetería ya había cerrado, pero Isaac nos pidió quedarnos un poco más para hacer un anuncio importante. No estaba nervioso por eso, sino por lo que me esperaba en casa—. ¿Cuánto más tenemos que esperar?
Josefina se encoge de hombros.
Paula suelta un suspiro tan ruidoso que nos obliga a voltear, pestañea inocente y suelta otro suspiro. Miro a Josefina con cara de «¿y esta que?» Vuelve a suspirar ruidosamente, me da un tic en el ojo. Juro que si vuelve a suspirar....
Y lo hace de nuevo.
—Te preguntaré solo porque ya no tolero tus suspiros: ¿que te pasa?
Saca su celular y casi quedo ciego por el brillo.
—Mi novio no me responde los mensajes...
—¿Tienes novio?
—... Se fue de viaje con unos amigos...
—¿Tienes novio?
—... Y desde ayer que no me responde ni los mensajes ni las llamadas... ¡Si, tengo novio! —brama al ver mi cara.
Uy, perdóname por no creer que alguien vivo y consciente decidió aguantarte.
Me quedo procesando sus palabras. ¿Su novio se fue de viaje con sus amigos y no le responde los mensajes desde casi un día? Uh, algo huele mal. Muerdo mi labio, no es momento de utilizar mi sarcasmo, puede que no me caiga bien por andar coqueteándole a mi novio cada que lo ve, pero se le nota en la cara que está preocupada.
Así que optó por ser delicado.
—¿Alguna vez escuchaste la canción: "El venao"? Ya sabes, la que dice: «y que no me digan en la esquina: el venao, el venao» ¿no? Bueno, deberías escucharla.
—¿Que tiene que ver esa canción con mi situación?
Ay, vv, es que tu también.
—Los venados tienen unos... cachos grandes y ehh... mejor escucha esa canción y luego me dices.
Josefina se ríe y finge toser para ocultar su risa, no funciona muy bien que digamos. Trate de ser lo más sensible y considerado posible, al menos no le dije «¿no te pesa la cabeza? Con tremendos cuernos que cargas» porque si se me pasó por la mente decirle algo así. Ya se. Ya se. Soy muy considerado.
ESTÁS LEYENDO
La teoría de cómo amar. #pgp2024
Teen FictionCuando un accidente trunca las oportunidades de Isaac de convertirse en una de las mayores estrellas de la natación y le quita toda esperanza, su vida se viene cuesta abajo, siente que, con cada terapia, le arrancan un trozo de su alma, arrebatándol...