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Eren un poco celoso
Entré sigilosamente al departamento, intentando no despertar a mí novio. Llegaba de una larga noche de fiesta que habíamos organizado con las chicas por el cumpleaños de Annie. A través de los ventanales descubiertos se veía la llegada del amanecer entre las sombras de la ciudad. Cuando me apoyé de lado sobre la pared, suspirando por lo cansada que estaba de tanto saltar y reír con mis amigas, llevé mi mirada a la sala iluminada por la nueva luz natural.
No esperé verlo en el sillón, con los brazos cruzados y una expresión de molestia en su rostro.
-Oh... no pensé que estuvieras despierto- dije con un sobresalto, relajando mis músculos y dejando caer mis tacos, los cuales me había quitado para no hacer ruido.
-Es tardísimo.
Era evidente en su tono que no estaba muy contento por mí tardanza, a pesar de lo tranquila que lucía y de las tantas fotos que le había enviado a lo largo de la noche para hacerle saber que estaba bien.
-¿Qué estabas haciendo tan tarde?- él demandó; su voz era severa y con un tono enojado.
-El tiempo pasó volando, se me fueron las horas sin darme cuenta- me excusé tímida y con una sonrisa al recordar lo bien que la había pasado. Sabía que Eren estaba molesto, así que me acerqué para sentarme a su lado e intentar tranquilizarlo. -No debiste esperarme... ya son... las seis de la mañana.
Miré boquiabierta las agujas del reloj sobre la pared del televisor. Era súper tarde y no me había dado cuenta. Me lamenté un poco internamente por no percatarme que ya casi era de mañana.
-Seis de la mañana- repitió con un resoplido, ahora mirándome con dagas en los ojos. Sabía que si estuviera más enojado, probablemente me estaría disparando láseres con ellos. -¿Los cumpleaños duran tanto?- preguntó, un gruñido salió de sus labios. Ahora su modo era una mezcla peligrosa entre ira y celos.
-Como te dije se pasó el tiempo volando- aclaré nuevamente. Me moví aún más cerca de él, aunque no me miraba, seguía tenso. Sabía que Eren solía ser celoso, aunque intentaba mejorar eso cada día porque como yo le decía: "si no hay confianza, no tenemos nada". No podía culparme por divertirme.
-Mmm- suspiró con frustración y duda. -Estás mintiendo, obviamente estabas con otro chico- aseguró, acusadoramente. Tal comentario me cayó como un balde de agua fría ¿Dónde había quedado la confianza entre nosotros?
Lo miré como si estuviera loco, porque lo estaba.
-No- solté seriamente -estaba con las chicas, yo te dije que iba a salir con ellas por el cumpleaños de Annie.
Las cejas de Eren se alzaron cuando la irritación fue reemplazada por una sensación de preocupación en su rostro. Me frunció el ceño, claramente todavía tenía cierta incredulidad ante mis explicaciones.
-No me mentirías, ¿verdad?- preguntó. Por un momento, pareció genuinamente ansioso.
Me acerqué aún más a él. Posé mí mano en su mejilla y lo obligué a mirarme a los ojos.
-Jamás te mentiría. Sí, salí con mis amigas y bailé con ellas toda la noche. Solo eso Eren.
La mirada de mí novio se suavizó al escuchar mis palabras. Estaba a sólo unos centímetros de él ahora, lo que hizo que sus emociones vacilaran una vez más.
-Oh...- murmuró suavemente mientras me miraba, sus mejillas lentamente se sonrojaron. -Yo... lamento haber dudado de ti- rápidamente se disculpó, todavía sintiéndose un poco culpable por sus acusaciones anteriores. Sin embargo, no pudo ocultarme el hecho de que se sentía un poco aliviado. Le sonreí compasiva, apoyé mí mejilla en su hombro. Él me acarició el cabello suavemente, en un gesto cariñoso y tierno.
-Está bien... la próxima no volveré tan tarde, ¿me extrañaste mucho? Veo que sí-
-Sí... Sí, te extrañé- murmuró en un tono suave y bajo antes de mirarme nuevamente con otro pequeño rubor en sus mejillas. Lo abracé por el cuello amorosamente. Me devolvió la acción a la vez que plantaba un beso en mí hombro.
-Vamos a la cama. Muero de sueño.
Eren asintió soltando una risa para luego besarme cálidamente y levantarme del sillón hacía nuestra habitación.
