Cabaña
Tallé mis ojos soñolientos ante la potente luz que atravesaba la ventana descubierta. Mientras me acostumbraba a la claridad, tanteo la parte de la cama a mí lado, esperando encontrarme con su calor.
Fruncí el ceño al no encontrarlo junto a mí, ojeo sobre el hombro la cama vacía hasta que unos golpes me despiertan por completo y borra cualquier rastro de fiaca.
Enderezo mí cuerpo con desgano hasta quedar sentada al nivel de la ventana. El bosque sumido en el cálido calor primaveral y su ventisca que acaricia las flores silvestres me dió la bienvenida, aún sin rastro de mí amado.
La cabaña se halla en completo órden a mí alrededor, hasta el florero sobre la mesa del comedor era adornado por frescas flores lilas. Campanulas, de mis favoritas.
Sonrío ante su detalle.
Los ruidos, que apenas se oían, vuelven a retomar su ritmo continuo por lo que decido seguir mí curiosidad y alejarme de las suaves sábanas que parecen hundirme en ellas cada vez más.
Agarro el saquito rosado que cuelga en el respaldo de una silla para dirigirme hacía la puerta, todavía con los ojos un poco caídos. Abro despacio la puerta ante la claridad que se cuela apurada y brillante por la pequeña rendija. El olor a rocío y el perfume clásico de aquel lugar fue lo primero sentí, como cada mañana, hasta que lo encontré a un lado de la casa cortando leña.
Me tomé unos instantes, antes de llamar su atención, para apreciarlo. Los cabellos rebeldes que caían sobre su frente y parte de la nuca mientras se mecían ante los cortes limpios con el hacha. Todavía no me había notado, tan sumido en su labor, me apoyo en el marco de la puerta, completamente embobada. Lo agradecía, me daba vergüenza admitir que a pesar de tantos años juntos, todavía me perdía cuando lo miraba. Cómo si algo de él me hechizara y retuviera con solo verlo.
El suspiro que suelto parece haber sido demasiado exagerado, por lo que se gira hacía mí.
Suelta una pequeña sonrisa fanfarrona, tan típica de él, antes de que lo salude fingiendo que nada pasó:
-Buen día, ¿te levantaste muy temprano? -saludé y acorto la distancia entre ambos, sintiendo la tierra blanda bajo mis botas.
-Mmm, solo hace unas horas. Vos sola sos la que duerme hasta el mediodía- bromeó acusatoriamente, dejando el hacha apoyada sobre la pila de madera cortada prolijamente.
Terminó de acercarse con grandes zancadas para envolverme entre sus brazos, sin dejarme poner los ojos en blanco por su comentario que me hizo reír, pero que no admitiría porque ese era nuestro juego.
Me sumo en su calor y en las caricias sobre mí espalda cariñosas. Dejo que nuestros cuerpos se mecen un poco en uno solo, igualando las plantas silvestres del prado y la brisa.
De repente, nuestro vaivén se vuelve más intenso al igual que su agarre. Me sujeto a sus hombros firmemente, para no tropezar, y suelto una risota mientras hace despegar mí pies del suelo. Se aferra a mí cuerpo a la vez que giramos y siento la pollera flotar, dejando entrar el viento entre mis piernas y los yuyos rozarme las pantorrillas.
Ahogo otra risa en su hombro y escondo mí rostro en él. Hasta que los giros cesan y de nuevo siento el mundo debajo. Eren también me sonríe, tan plenamente que me contagia de nuevo la misma felicidad y hace reír avergonzada.
Con el meñique acaricia mi mejilla, provocándome que el calor me suba a la cara en una ola feroz.
Y ahí estamos de nuevo, frente al mar, cuando supimos con certeza que no había más mundo que el que ambos podíamos crear allí. Juntos, por siempre, sin nada que nos lo impida
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Gracias por las lecturas y todo el apoyo! Los quiero un montón 💗
Kisses 💋
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𔓕 Eren Jeager
FanficHistorias cortas y random junto a Eren que toda girl (yo) sueña con que le pase.