THE SILENT TREE (KTH&JJK)

CAPÍTULO III

Para su siguiente encuentro, Jungkook deja de lado las formalidades. Aunque, debido a su puesto, en su guardarropa no hay prendas que se consideren casuales, lo que le obliga a llevar un traje de tres piezas, ropa que usa en su día a día. Seokjin insistió en dejarle de nuevo el pelo suelto, pero esta vez le puso un moñito rosa para evitar que le estorbe en la cara.

Camina junto a su hermano hacia el mismo lugar de la primera vez.

—No estés nervioso, enamorado, tu prometido no muerde... A menos que tú se lo pidas —ríe Seokjin al verlo tan nervioso, le da un empujón en el hombro para animarlo.

—No sé de donde sacas que estoy nervioso —gruñe Jungkook en respuesta—, me siento totalmente tranquilo.

—Como digas. —Deja de caminar y mira alrededor con fingido interés—. Te dejaré aquí para darles un poco de privacidad, sólo no hagan cosas sucias.

—Ah, este hyung. —reclama Jungkook al mismo tiempo que se detiene y le da un golpe en el brazo.

Seokjin deja salir una carcajada, al tiempo que hace una reverencia exagerada, después desaparece por uno de los jardínes. Jungkook alcanza a vislumbrar la terraza y ahí dentro, de espaldas a él, Taehyung. Su corazón se acelera de inmediato, pone una mano en su pecho para calmarse mientras respira hondo un par de veces. No se siente del todo listo para el encuentro, pero igual decide avanzar porque no es un cobarde que se dará media vuelta sólo porque un alfa lo pone nervioso, él es mejor que eso.

—Buen día —saluda una vez que está ahí—, Kim Taehyung.

Este se gira en cuanto lo escucha, le muestra la sonrisa más hiriente que puede. Su gesto lo desestabiliza, tiñe sus mejillas de rojo y le acelera el corazón; pero se niega a ser un cobarde, camina erguido con la barbilla en alto, no le dará a ese hombre el gusto de verlo débil.

—Mi príncipe —responde Taehyung con una reverencia—, es un gusto volver a verlo.

Taehyung usa ropa simple, pero no se ve mal, le sienta bien. El pensamiento de que él se vería bien con cualquier cosa le cruza la mente, pero lo desecha tan pronto como llega para no ponerse peor de lo que ya está.

—Preferiría que uses "Alteza" para referirte a mí —informa mientras se sienta en una de las sillas que han dispuesto para ellos.

El lugar está igual que la vez pasada, al parecer los decoradores tienen muy poca imaginación.

—Oh, pero a mí me gusta mucho recordarle que es mi príncipe, creo que suena muy romántico —repone Taehyung e imita sus acciones..

—No necesitas ser romántico conmigo.

—Claro que sí, no puedo ser tan serio con mi novio.

—No somos novios. —La mera suposición lo sonroja, aparta la mirada porque se pone nervioso, de nuevo.

—Oh... Tienes razón, Jungkook, sólo somos prometidos...

—No te permití tutearme —regaña con molestia, pero algo en su interior se remueve al escuchar su nombre en la voz del otro joven.

—Nací en mil noveciento noventa y cinco, ¿y tú?

—¿Eso qué importa?

—Soy mayor que tú, un hyung, así que...

—Pero yo soy tu príncipe, tu futuro rey.

—Mi prometido, eres mi prometido y soy mayor, eres tú quien me debe más respeto.

—¡¿Qué?!

—Lo pensé bien por un rato. —Taehyung comienza a servir el té tranquilo, pero sonríe con arrogancia ante sus palabras—. Quiero que antes de ser mi gobernante, seas mi prometido. En una escala de cómo te percibo está primero mi novio, o lo serás cuando aceptes, después un chico bonito, al final mi príncipe.